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10 consejos para generar un entorno laboral estimulante

Actualmente, en medio del entorno VUCA en el que nos encontramos, tener la capacidad de generar un entorno laboral estimulante es el sueño de muchos responsables de recursos humanos. Algunos de esos sueños se quedan a medias y otras, como en los cuentos de nuestra infancia, se hacen realidad… de alguna manera. En este post te daremos algunas sugerencias para intentarlo y, así, mejorar la vida de tus empleados. 

A la búsqueda del entorno laboral estimulante

Aunque no es un fenómeno nuevo, sino algo prácticamente intrínseco a nuestra faceta laboral, la reflexión sobre qué hace falta para generar un entorno laboral estimulante, así como las conclusiones de la misma, ha ido cobrando un nuevo impulso durante los últimos años. Podemos encontrar alguna causas de ese resurgir en todo lo que hemos experimentado a raíz de la pandemia, lo que nos coloca en una nueva certeza: la separación entre “lo profesional” y “lo personal” nunca ha sido más ficticia. Por tanto, la aspiración de las personas a disfrutar de un bienestar psicológico suficiente no se interrumpe entre una y otra. En realidad cabe pensar que la pandemia ha actuado como acelerador de este fenómeno, que ya estaba en marcha previamente. 

En este contexto, especialmente en EEUU, se ha producido recientemente un fenómeno a gran escala en el ámbito laboral que ha recibido el nombre de la Gran Renuncia (o, mejor dicho, la Gran Dimisión). Explicado de manera muy resumida, miles de trabajadores han decidido reestructurar su carrera profesional simplemente renunciando a sus puestos de trabajo por considerar que las condiciones en que los llevaban a cabo les obligaban a tener un estilo de vida poco saludable. Claramente estas personas no disfrutaban de un entorno laboral estimulante, o no lo suficiente. Aviso lanzado a las empresas.

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Poco a poco, este fenómeno está dando lugar a otra corriente, estrechamente relacionada pero no igual: la Gran Reestructuración, o reorganización (the Great Reshuffle, en inglés). Esta vez se hace alusión a las importantes transformaciones que están teniendo lugar -y que deben continuar- dentro de las empresas y las relaciones laborales para generar un entorno laboral estimulante, al menos para lograr que el bienestar psicológico de los empleados no se vea perjudicado. 

Más allá de ordenar el teletrabajo

Sin embargo, los empleados no se conforman y piden ambición. Una gran reestructuración que se queda en reestructurar el espacio físico o virtual en el que se desarrolla el trabajo no parece una reestructuración muy grande. 

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Por tanto, conviene que las empresas también pongan el foco en las vías de comunicación interna, la política interna de beneficios sociales y el tipo de perfiles profesionales que buscan incorporar. Esto incluye mejorar la manera de atraerlos esos perfiles, es decir qué metodología se sigue para presentarles la empresa como un entorno laboral estimulante: cómo transmitir la misión, valores y objetivos de la empresa tanto a sus clientes internos actuales -los trabajadores- como a los futuros empleados. 

Generar un entorno laboral estimulante no es, por tanto, una rifa en la que la empresa lanza sacos de caramelos al aire y los empleados se abalanzan para coger cuantos más mejor. Hace falta repensar la relación que existe entre los intereses particulares de cada empleado y los intereses compartidos entre los empleados y la empresa. 

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Como clientes de a pie estamos acostumbrados a que la evolución del mercado nos aliente a pedir nuevos productos/servicios, ser atendidos según diferentes estilos, tener nuevas prestaciones y todo ello de manera que el producto/servicio y nuestra relación con él se adapten lo más posible a nuestras necesidades, características o gustos. 

Eso no cambia pero, sin embargo, es diferente. Se trata de generar una experiencia en los clientes cada vez más satisfactoria, habida cuenta de que lo que ha sido válido en otros momentos de la historia, incluso de nuestra propia historia personal, no tiene por qué seguir siendo válido ahora en cuanto a lo que consideramos un entorno laboral estimulante, o no tiene por qué seguir siéndolo en el futuro. 

Estimulación laboral para los de dentro

En efecto, los trabajadores también son clientes, de hecho son los primeros clientes de las compañías para las que trabajan. No en vano, aquellas empresas que son conscientes de ello los consideran explícitamente como “clientes internos” y diseñan estrategias para tenerlos contentos (positivamente estimulados) y proveerles de una experiencia satisfactoria (la famosa “experiencia del empleado”). El objetivo es retenerlos en la empresa y hacer que, desde su satisfacción, generen la mejor productividad posible. 

El concepto de estimulación tiene que ver con la medida en que las cosas nos activan, llaman nuestra atención, nos gratifican, inspiran y motivan. Esto es perfectamente aplicable al mundo laboral. De hecho, cada vez más trabajadores ponen este factor en el centro de sus aspiraciones: el trabajo debe resultarnos suficientemente estimulante si no queremos que nuestro bienestar emocional -y, por tanto, nuestro compromiso con la empresa y rendimiento en el día a día- se resienta. 

El papel de la empresa para generar entornos laborales estimulantes

Lograr lo que estamos diciendo es, en gran parte, una responsabilidad de cada empleado, pero también implica la necesaria participación de las compañías. Estas tienen un papel destacado a la hora de proveer esa “experiencia faltante” que mantenga al trabajador en un tono emocional adecuado para, en primer lugar, quedarse en la empresa y, en segundo lugar, aportar en ella todo su talento

Lo que estimula laboralmente a cada cual es algo bastante personal, por lo que conviene que los responsables de Recursos Humanos no se aferren a recetas generales o prefabricadas. Las empresas deben detectar qué factores hacen que la “estimulación” del trabajador descienda, es decir, que su experiencia como empleado sea menos satisfactoria. Lo contrario es comenzar la casa por el tejado. Hay que escuchar qué dice la gente acerca de sus necesidades, qué ideas de mejora tiene sobre el funcionamiento de la compañía, de qué se queja. 

Todo dato es útil para entender los deseos de los empleados. En definitiva, imaginar está bien pero siempre que la imaginación vaya acompañada de una escucha atenta a la plantilla. Para ello, es fundamental contar con herramientas potentes de comunicación con los empleados (y con el resto de stakeholders y público en general). 

Las clásicas encuestas de satisfacción, así como el calendario oficial de entrevistas de evaluación de desempeño son un buen comienzo. Sin embargo, las primeras pueden haber quedado obsoletas si no se han ido revisando y las segundas pueden ofrecer una imagen muy fragmentada sobre las tendencias generales en la plantilla, aun cuando den información valiosa sobre multitud de casos particulares. Es necesario incorporar más herramientas de medición del clima laboral, identificación de riesgos psicosociales y evaluación del propósito corporativo, entre otras, para lograr hacer mejor diana. 

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Cuando el calendario se pone cuesta arriba

Uno de los grandes demonios de la vida profesional de cualquier persona es que la rutina principal consista en anhelar que llegue el viernes, que llegue un puente, unas vacaciones… y vuelta a empezar. Esto indica una falta total de entorno laboral estimulante, lo cual es una enorme disfunción a nivel corporativo ya que pone el acento en una enorme experiencia de insatisfacción en las personas. 

Muchas pueden no ser conscientes de que su trabajo no les resulta “estimulante”: lo consideran normal y no perciben que haya una alternativa, incluso les parece bien el mero hecho de tener un empleo. Otras personas, en cambio, viven con una conciencia muy clara de desmotivación, aburrimiento, una perspectiva rutinaria, repetitiva, en la que no hay lugar para el disfrute, el aprendizaje o el desarrollo profesional a medio y largo plazo

Fenómenos psicológicos como el estrés, la falta de reconocimiento o el llamado síndrome de boreout (la sensación de aburrimiento profundo y desmotivación continuada frente al trabajo) indican la necesidad de un cambio en los inputs laborales que recibe la persona: un cambio cuantitativo y cualitativo en su estimulación laboral.

Como hemos señalado, tener en cuenta las necesidades, gustos, características y aspiraciones de los empleados es fundamental para proporcionarles la estimulación que buscan en una empresa e implica una reformulación constante del pacto con ellos. Este pacto va mucho más allá de tres o cuatro condiciones recogidas en un contrato. No es una mera relación contractual sino que es una relación laboral en la que ambas partes tienen que estar implicadas y comprometidas de forma armónica. 

Es importante ayudar al empleado a no considerar que su vida laboral es esa cosa gris que sucede entre vacaciones y vacaciones o entre fines de semana y que conviene quitarse de encima a toda costa, pasando de puntillas por ella y que acabe cuanto antes.

Cómo generar un entorno laboral estimulante

El primer paso, antes de ejecutar cualquier cambio, es medir el clima laboral actual de tu empresa y saber cuáles son las áreas que necesitan apoyo. Para ello, el equipo de psicólogos expertos de ifeel, ha creado esta encuesta de medición de clima laboral que puedes descargar de manera gratuita, y que te ayudará a implementar acciones prácticas para fomentar un clima laboral saludable.

Una vez conozcas el estado actual del entorno laboral, a continuación te presentamos 10 cosas que podemos hacer para generar entre todos un entorno laboral estimulante

1. Potenciar el orden y la organización

No hace milagros, pero ayuda. Funcionar eficientemente y de manera ordenada en cuanto a la mesa, los materiales, la agenda, la distribución de las tareas tiene influencia en la generación de un entorno laboral estimulante. No somos conscientes de la cantidad de estimulación positiva queda escondida debajo del desorden y la mala organización. 

2. Realizar las pausas adecuadas

La estimulación en un trabajo debe ser agradable, no extenuante. Es importante combinar los momentos de intensidad en el rendimiento con momentos de relajación o de tareas más mecánicas. Ningún empleado quemado por la intensidad del trabajo se acuerda de lo estimulante que era su trabajo.

3. Dar importancia a las relaciones

Para encontrarnos bien en el trabajo es fundamental dar la importancia que tiene al tiempo compartido con los compañeros a través de interacciones agradables, divertidas, de colaboración o de evasión. Para un ser humano no existe estímulo más complejo y, por tanto, con mayor potencial, que otro ser humano. 

4. Delimitar bien el rol profesional

La estimulación sin orden no es útil. Los empleados deben tener claro hasta dónde (y hasta dónde no) llegan las responsabilidades y funciones de cada uno. Eso ayuda a no sobrecargarse, a no quedarse corto y a no dejar de lado aspectos interesantes del trabajo. 

5. Buscar lo agradable del trabajo

Dentro de un criterio realista y no edulcorado, debemos evitar pensar que la vida agradable solo sucede fuera del trabajo, cuando no trabajamos, cuando tenemos vacaciones, en fin de semana, cuando llegue el puente… Imaginar y deleitarse con eso que sucede fuera está muy bien, pero la vida también es ahora y requiere nuestra implicación

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6. Ejecutar cambios

Para generar un entorno laboral estimulante debemos pensar entre todos qué haría falta para tener una experiencia del empleado más motivadora, lo cual incluye hacer la vida cotidiana en la oficina más agradable también a través de detalles aparentemente pequeños. Quizá algunas de esas cosas no son factibles en la actual empresa a corto plazo, porque no están en nuestra mano. Otras, en cambio, pueden tener un espacio si nos ponemos a ello o si las proponemos. Si la comunicación dentro de la empresa es correcta, esos canales servirán para abrir una “conversación” que dé lugar a una reestructuración que mejore el bienestar emocional de las personas. 

7. Iniciar un proceso de reflexión

Esta puede ser una reflexión compartida que incluya repensar las funciones, proponer ideas sobre nuevas responsabilidades que se pueden adquirir, qué tareas nos gustaría o motivaría realizar para darle un nuevo aire a nuestro funcionamiento cotidiano. 

8. Tener una visión realista del trabajo

A veces hay empleos que son muy desagradables y no es fácil estar conforme con ellos. Otras veces, simplemente, tenemos trabajos más o menos aburridos o en los que ya hemos alcanzado nuestro techo pero todavía no vemos margen de mejora para nuestra motivación y eso nos frustra, porque entramos en guerra con esa idea, pensando que el trabajo tiene que ser, por fuerza, algo que nos encante, apasione o haga disfrutar. ¿Por qué no pensar que, a veces, el trabajo es simplemente un medio para ganarnos la vida y que no es necesario que nos despierte una gran motivación?

9. Darnos importancia

Debemos tomar conciencia de la verdadera relevancia que tiene nuestro trabajo en el conjunto de la empresa. El día a día, la falta de reconocimiento o una baja autoestima laboral pueden hacer que el valor de nuestra contribución pase desapercibido o que nuestro rendimiento quede eclipsado. En esas ocasiones está bien recordar que, aunque lo que hacemos parezca muy simple, si estamos ahí es porque somos necesarios

10. Transmitir el compromiso de la empresa

Especialmente si somos managers o directivos, es importante que, además de reconocer con honestidad el trabajo de nuestros compañeros, les transmitamos seguridad sobre su continuidad (el deseo de la empresa de mantenerlos en el equipo) y sobre sus buenas perspectivas de futuro en la empresa. Eso fomenta el compromiso del empleado y le motiva, le estimula a esforzarse y le transmite la idea de que tu trabajo tiene un sentido. 

Bienestar mental para empresas

En ifeel somos expertos en bienestar laboral y por eso nos dedicamos a ayudar a las empresas a que generen entornos de trabajo estimulantes y saludables para sus empleados.  

Para acompañarlas en ese proceso, nuestro equipo de psicólogos ha creado un programa de bienestar mental para empresas. Con él, los managers de recursos humanos de tu empresa podrán recibir asesoramiento personalizado y basado en datos sobre cómo mejorar el bienestar psicológico de sus equipos. Además, este programa ofrece a los empleados un servicio completo de cuidado de su salud mental estructurado en diferentes niveles según sus necesidades. Prueba ahora nuestro programa para que puedas ver cómo podría ayudaros.

Nueva llamada a la acción

Tampoco te olvides de visitar nuestra sección de Recursos, donde encontrarás Podcast, Guías para Recursos Humanos o Entrevistas con cargos importantes de RRHH. Además, puedes acceder a una Plantilla de Factores de Riesgo Psicosocial, que os servirá para cumplir con los requisitos de la Inspección de Trabajo.  

Esperamos que este post sobre cómo generar un entorno laboral estimulante te haya dado buenas ideas y te invitamos a descargar esta plantilla de medición del propósito corporativo de tu empresa. Contacta con nosotros para conocer mejor cómo funciona nuestra solución de bienestar mental para empresas. Solo tienes que escribirnos y te responderemos lo antes posible.

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