perfeccionismo en el trabajo

Perfeccionismo en el trabajo: ¿virtud o defecto?

Al hablar sobre nuestras fortalezas y debilidades en el ámbito laboral, es común escuchar que algunas personas hacen alarde acerca de cuán perfeccionistas son, destacando como positiva dicha cualidad. Sin embargo, ¿es realmente el perfeccionismo en el trabajo un rasgo por lo cual debamos sentirnos orgullosos?  

Esta pregunta puede resultar controversial dentro del agitado mundo en el que nos encontramos, que alaba y recompensa constantemente la sobre productividad y la sobre exigencia. Pero, si indagamos un poco, encontraremos que la experiencia subjetiva de las personas perfeccionistas no es tan positiva como aparentan; pues estas experimentan una constante frustración, ligada a la insatisfacción que representa la persecución continua de metas inalcanzables. 

Y es que, si aterrizamos el concepto, la perfección en sí misma es un término que está ligado a interpretaciones subjetivas de la realidad, es decir, depende de cada persona. Por lo tanto, conseguir un resultado que sea “perfecto” ante los ojos de todos, es un objetivo utópico

perfeccionismo en el trabajo

¿Qué es el perfeccionismo en el trabajo? 

Los comportamientos perfeccionistas son aquellos que desean alcanzar estándares de excelencia “ideales” (que son —de cierta forma— utópicos) en cualquier actividad que se realice. Bien sea a través del desarrollo de una actividad, el trabajo, algún hobby o afición, la imagen física o cualquier otro ámbito, las personas perfeccionistas buscan que todo lo que hagan carezca de errores o fallos. 

En el contexto laboral, el perfeccionismo suele reforzarse de forma positiva, considerándose como una virtud. Pero nada más alejado de la realidad. El perfeccionismo en el trabajo se observa a través de la búsqueda de control en cada detalle, con el objetivo de que los proyectos alcancen siempre la excelencia y la perfección (lo cual es muy difícil, si no imposible). Por ende, este trae consigo altos niveles de exigencia que al final se pueden  traducir en ansiedad y frustración para la persona, o en una disminución de la productividad para la empresa.

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De hecho, si indagamos un poco más a fondo, encontraremos que el perfeccionismo en el trabajo realmente es un comportamiento que esconde un gran temor al fracaso y una baja tolerancia a la frustración, que se refleja a través del control estricto y en altos niveles de autoexigencia. 

Señales del perfeccionismo en el trabajo

El perfeccionismo en el trabajo puede manifestarse de diversas maneras. Por esta razón, te ofrecemos algunas señales comunes que te permitirán identificar comportamientos perfeccionistas:

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  • Altas expectativas: El perfeccionismo en el trabajo a menudo se demuestra a través del establecimiento de estándares extremadamente altos para las diferentes metas o proyectos, así como una presión constante para alcanzar la perfección en todo lo que se hace.

  • Miedo al fracaso: Como mencionamos anteriormente, el perfeccionismo a menudo está relacionado con el temor a equivocarse. Esto es así debido a que se entienden los errores o el fracaso como inaceptables. Esta forma de pensar trae como consecuencia que la persona repase una y otra vez cada detalle de la tarea, para certificar que esté “perfecto” (aunque esto sea imposible).

  • Dificultad para delegar: El perfeccionismo en el trabajo también se demuestra a través de la “acumulación” de responsabilidades. Las personas perfeccionistas pueden tener dificultades para confiar en otros para realizar tareas, ya que sienten que solo ellos pueden hacer las cosas de la manera “correcta”. El problema es que esto se traduce en un aumento de la carga laboral, y del tiempo necesario para poder cumplirlas, necesitando entonces horas extras en el trabajo para poder cumplir con todo.

  • Autoexigencia extrema: En línea con el punto anterior, y a los altos estándares con los que evalúan su trabajo, las personas perfeccionistas tienden a ser muy exigentes y autocríticas consigo mismas, y pueden sentirse insatisfechas —incluso ante logros significativos— debido a su búsqueda constante de la perfección.

  • Revisión constante: Y, debido a esa autoexigencia extrema, es común observar como las personas perfeccionistas tienden a revisar y corregir repetidamente su trabajo, incluso después de haberlo completado. Nunca están satisfechas y siempre ven margen de mejora, lo cual, puede generar sensaciones de malestar y frustración.

  • Procrastinación: Aunque pueda parecer contradictorio, otra de las señales que pueden indicar que existe perfeccionismo en el trabajo se observa en la procrastinación. Algunas personas procrastinan porque el miedo al fracaso o la preocupación por no poder alcanzar la perfección les impide comenzar una tarea. Es decir, la falsa creencia de que las tareas deben quedar “perfectas” genera miedo a fallar y, por ende, retrasa el inicio de las actividades.

  • Sobreimplicación en detalles: Prestar demasiada atención a los detalles puede ser una señal de perfeccionismo. Aunque la atención a los detalles es valiosa, los perfeccionistas en el trabajo pueden perder de vista el panorama general y gastar demasiado tiempo en detalles triviales, en vez de concentrarse en el resultado del proyecto completo.
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Riesgos de la búsqueda de la perfección

Existe una gran diferencia entre el esfuerzo, y la búsqueda de la perfección. Principalmente, el esfuerzo centra la atención en el trabajo realizado, mientras que la búsqueda de la perfección se centra en el resultado. 

Es importante destacar, que con este artículo no se busca restarle importancia al esfuerzo para alcanzar las metas, sino que, al contrario, queremos enfatizar que un trabajo bien hecho surge cuando el foco se encuentra en las pequeñas acciones que podemos llevar a cabo día a día, —de la mejor manera posible— y no meramente en la calidad del resultado. 

Desde la perspectiva del perfeccionismo en el trabajo, se plantea que si dicho resultado no cumple los estándares de excelencia o perfección, automáticamente el trabajo realizado pierde valor, desestimando todo el proceso de ejecución. Esta desestimación, y esa visión focalizada y crítica que solo persigue estándares irreales, puede representar riesgos tanto para los trabajadores como para el rendimiento laboral que afecta a las empresas. Entre ellos podemos mencionar: 

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  • Impacto en la salud mental: El perfeccionismo en el trabajo puede representar un riesgo en el bienestar mental de los empleados, contribuyendo a presentar altos niveles de ansiedad y estrés debido a la presión constante de querer alcanzar estándares extremadamente altos. Evidentemente, si esto se mantiene en el tiempo, puede generar consecuencias negativas para la salud mental y física de los trabajadores, como por ejemplo al generar agotamiento o burnout.

  • Deterioro de las relaciones laborales: Las personas que tienen altos los niveles de perfeccionismo en el trabajo, pueden experimentar un deterioro de sus habilidades sociales. Pueden tener dificultades para trabajar en equipo, ya que suelen ser demasiado críticos con los demás y tener expectativas poco realistas sobre los resultados esperados de un proyecto. Esto puede afectar las relaciones laborales y la capacidad de colaboración.

  • Dificultad para tomar decisiones: Los perfeccionistas pueden tener dificultades para tomar decisiones porque temen tomar la elección incorrecta. Esto puede llevar a la llamada “parálisis por análisis”, en la que se emplea más tiempo planificando la actividad que llevándola a cabo. Esto puede ralentizar los procesos y afectar la eficiencia en el trabajo.

  • Insatisfacción constante: Aunque logren metas significativas, el perfeccionismo en el trabajo puede causar que a menudo las personas no experimenten una sensación de satisfacción duradera, ya que siempre hay algo que podrían haber hecho mejor, interpretando esa falta como que “no trabajaron lo suficiente”. Esto, a su vez, tiene un impacto negativo en su autoestima y autovaloración.

  • Incapacidad para solucionar los problemas de manera eficiente: La búsqueda constante de la perfección puede limitar la creatividad, porque los individuos pueden temer experimentar o probar nuevas ideas por miedo a no cumplir con estándares perfectos.

  • Desequilibrio entre vida laboral y personal: La búsqueda de la perfección en el trabajo puede ocasionar que la persona le dedique mucho tiempo y energía al área laboral, mientras que descuidan otros aspectos importantes de sus vidas, como las relaciones personales, el ocio y el autocuidado.

¿Qué podemos hacer para trabajar la perfección en el trabajo? 

El reconocimiento de la existencia de estos riesgos, no pretende infringir miedo, ni dirigir nuestro comportamiento hacia el extremo opuesto. Si no más bien, a buscar un equilibrio saludable entre la el esfuerzo y la aceptación de que la perfección absoluta puede ser inalcanzable. 

Desde los entornos laborales, las empresas, managers y líderes pueden causar un impacto positivo para evitar llegar a estos extremos. Cuando el perfeccionismo en el trabajo se vuelve excesivo y perjudicial para el bienestar mental y el rendimiento laboral de los trabajadores, las empresas pueden apoyar al aplicar estrategias que permitan disminuir dichos riesgos.

Por ejemplo, a través del establecimiento de metas realistas, plazos de entrega adecuados, y promover espacios de seguridad psicológica en la que se busque aprender de los errores, interpretándolos como estrategias clave para la búsqueda del bienestar mentalPara apoyarte en el proceso, desde ifeel, hemos diseñado este recurso con consejos prácticos que podrás implementar para fomentar la seguridad psicológica en el trabajo.

La perfección en el trabajo, más que una virtud, representa un riesgo que debemos atajar a tiempo, antes de que este desencadene problemas mayores para los empleados y las empresas. De hecho, se estima que este es un problema que afecta a entre el 2,1% y el 7,9% de la población española. Por esta razón, resulta vital aliarse con los expertos que nos permitan enfrentar el problema a tiempo. 

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Apostar por el bienestar mental en las empresas

Desde ifeel, sabemos que fomentar un ambiente donde los empleados se sientan seguros para expresar sus pensamientos y ser ellos mismos no solo mejora el bienestar mental de los trabajadores, sino que también impulsa la creatividad, la innovación y el rendimiento general de la empresa. 

Por esta razón, ifeel cuenta con un programa de salud mental para empresas, diseñado por su equipo de psicólogos expertos con el objetivo de ayudar a las compañías a colocar el cuidado de la salud psicológica de sus empleados en el centro de su cultura empresarial

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Esperamos que este post sobre las características del perfeccionismo en el trabajo te haya resultado interesante, y te invitamos a conocer los beneficios de ofrecer apoyo psicológico a los empleados en este artículo. Si quieres más información sobre nuestro programa de bienestar mental para empresas, solo tienes que solicitarla y nos pondremos en contacto con tu equipo lo antes posible.

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