Meditación, atención plena, mindfulness en el trabajo… ¿Heroína o villana cuando hablamos de nuestro bienestar psicológico? Ni una cosa ni la otra, siempre y cuando tengamos claro de qué hablamos. Eso nos ayudará a fijar unas expectativas adecuadas respecto a qué podemos obtener con este tipo de técnicas.
Independientemente de si nos entusiasman o nos parecen una bobada, las técnicas de meditación están ahí, existen desde hace siglos y tienen su utilidad siempre que se entiendan y se practiquen bien. Para ello, es fundamental sostener nuestro entusiasmo cuando hablamos de mindfulness en el trabajo, saber en qué consiste y no confundirlo con métodos milagrosos para convertirnos en empleados todoterreno, felices y superdotados. Triste pero cierto, hace falta algo más que meditar para lograr esa clase de milagros.
Por eso queremos hablarte sobre cómo practicar mindfulness en el trabajo desde una perspectiva realista y eficiente, que tenga en cuenta las necesidades de la empresa pero también las características de los trabajadores reales.
No es más limpio quien más limpia
A la hora de cuidar del bienestar psicológico de los trabajadores, una buena recomendación para los responsables de gestionar el capital humano es guiarse por un simple criterio de ecología.
Esto quiere decir que no está mal el intentar contrarrestar algunos componentes del malestar psicológico de los trabajadores, por ejemplo con técnicas de mindfulness en el trabajo. Sin embargo, ¿no sería mejor tomar medidas para que ese malestar no se produzca y así luego no tener que contrarrestarlo?
Paliar la ansiedad, bien. No producirla, mejor
En este sentido, como empresa debemos entender algo importante: emplear muchos recursos en practicar mindfulness en el trabajo como método para paliar la tensión, el estrés o el clima laboral desfavorable al que están sometidos los empleados es mejor que no hacer nada… pero no parece una estrategia muy eficiente.
Al fin y al cabo, ¿qué hemos aprendido de la ecología? Que los residuos deben ser reutilizados y reciclados pero que, sobre todo, deben ser reducidos. Esto significa, ni más ni menos, que no hay mejor residuo que el que no se genera.
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Si aplicamos esto al bienestar psicológico en el mundo laboral podemos considerar que está muy bien emplear mindfulness en el trabajo para hacer frente a la toxicidad que sufrimos, pero que es mucho mejor implementar una estrategia preventiva.
De este modo, si queremos ser eficientes y no simplemente reactivos, planteémonos lo siguiente. No generemos tanta sobrecarga y así no será (tan) necesario emplear energía en descargar el estrés y relajarnos. No generemos tanta dispersión y no será tan necesario entrenar la concentración. No generemos tanta obsesión con el futuro y así no será necesario reaprender a estar en el presente. En definitiva, no generemos tantas incoherencias o disfunciones en la cultura empresarial y la metodología de trabajo y así no será tan costoso aprender a aceptar nuestro trabajo y nuestra empresa tal y como son.
Objetivos de practicar mindfulness en el trabajo
Una vez establecido todo lo anterior y dispuestos incorporar las técnicas de meditación a la vida en la oficina, debemos tener claros los objetivos que perseguimos. De manera muy resumida podemos considerar que la práctica de mindfulness en el trabajo tiene dos finalidades.
1. Aumentar la capacidad para atender
Es decir, cuando hablamos de estar presentes en el aquí y el ahora de nuestra vida profesional no hablamos de ningún concepto complejo o místico, sino de “estar a lo que estamos”, como se dice coloquialmente. Esto quiere decir que vivir el momento presente implica, a grandes rasgos, prestar atención a la tarea que nos toca desempeñar en cada momento y no dividirla innecesariamente.
Lograr este objetivo a través de la práctica correcta y continuada de mindfulness en el trabajo no hará que seamos más felices pero sí favorecerá que trabajemos mejor. ¿Cómo? Si fortalecemos la atención que ponemos a “una tarea cada vez” es más probable que aumentemos nuestra capacidad para recibir y procesar información previniendo sobrecargas en nuestro sistema.
2. Generar una actitud de aceptación
Aceptación no significa que nos encanta todo lo que sucede, sino que no estamos permanentemente en una dinámica de huida o pelea respecto a las facetas de nuestro trabajo que nos desagradan, ni intentando desesperadamente retener aquello que sí nos gusta.
Con mayor o menor éxito, las verdaderas técnicas de mindfulness en el trabajo pretenden que aprendamos a estar con lo que hay, de una manera amable y no tensa. Que estemos a bien con el hecho de que tanto lo placentero como lo desagradable que nos ocurre por dentro -hasta cierto punto- se van turnando en nuestra existencia, también en nuestra existencia como trabajadores.
Obviamente esto no es aplicable a situaciones de sufrimiento, abuso o burnout que, lejos de ser aceptadas con ecuanimidad, deben ser combatidas en la medida de nuestras posibilidades.
Manejar bien las expectativas del mindfulness en el trabajo
Ambos beneficios, obtenidos a través de una práctica correcta, continuada y, sobre todo, realista de técnicas de mindfulness en el trabajo, pueden repercutir en el bienestar psicológico del trabajador y, por tanto, en su productividad y relaciones interpersonales.
Para ello es importante tener en cuenta que deben estar correctamente aplicadas pero no hay que esperar de ellas que aumenten la felicidad de los empleados o que dupliquen mágicamente su inteligencia y su rendimiento.
Eso no va a ocurrir, pero no por ello deja de ser interesante el introducir en el lugar de trabajo nuevas actitudes, prácticas o conceptos relacionados con el ámbito del mindfulness o actitud plena. No generará milagros, pero mal tampoco hará.
Mejorar el bienestar psicológico de los trabajadores
Ifeel cuenta con un programa de bienestar emocional para empresas, diseñado por su equipo de psicólogos expertos con un objetivo principal: ayudar a las compañías a colocar la salud de los empleados en el centro de su estrategia para potenciar una productividad sostenible.
Gracias a esta colaboración, las personas que están al frente de los departamentos de recursos humanos pueden recibir asesoramiento personalizado y basado en datos sobre cómo tomar buenas decisiones en una empresa para sacar el máximo partido de los equipos que tienen a su cargo y cuidar mejor del bienestar psicológico de las personas que los integran.
Por otro lado, este programa ofrece a los empleados un servicio holístico de cuidado de su salud mental estructurado en diferentes niveles en función de sus necesidades. Este servicio incluye, si lo requieren, la terapia psicológica online con un psicólogo especializado en casos como el suyo. Prueba ahora nuestro programa para que puedas ver cómo podría ayudaros.
Esperamos que este post sobre las técnicas de mindfulness en el trabajo te haya resultado interesante. Si quieres más información sobre nuestro programa de bienestar emocional para empresas solo tienes que solicitarla y nos pondremos en contacto con tu equipo lo antes posible. También te puede interesar este post sobre salud mental en el trabajo.