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La Gran Renuncia: ¿es una opción para mí?

Cuando hablamos del fenómeno de la Gran Renuncia hacemos alusión a un eufemismo que tiene más traducción discutible que de rigor. En realidad nos referimos a algo que debería llamarse la Gran Dimisión o, si nos ponemos más literarios, la Gran Desbandada… Laboral. 

Se trata de un fenómeno que, desde hace aproximadamente un año, se está produciendo a gran escala en el mercado laboral estadounidense. Podríamos definirlo como la renuncia de una enorme cantidad de personas a sus puestos de trabajo, a menudo sin tener un empleo alternativo, espoleadas por la insatisfacción laboral y el deseo de experimentar de una manera más saludable y disfrutada su proyecto profesional. 

¿Te ves haciendo algo como esto en tu actual situación laboral? En este post te hablamos de por qué sí, o por qué no, la opción de dimitir de tu actual puesto, incluso sin un puesto de recambio, porque crees que esta no es manera de trabajar, es algo que tú podrías hacer. 

¿Qué hay detrás de fenómenos como la Gran Renuncia?

Sin duda alguna -y mecanismos imitativos o impulsivos aparte- existe todo un complejo campo de necesidades, motivaciones y aspiraciones que vamos desarrollando a lo largo de nuestra carrera profesional y que explican decisiones colectivas de este tipo. Todo ello, en un cierto punto, puede llevarnos a pronunciar ese a menudo tan soñado “Ahí os quedáis”. 

En cualquier caso, tanto si estamos a gusto en nuestra actual empresa como si estamos barruntando la idea de unirnos al transatlántico de la Gran Renuncia, es interesante que nos planteemos esta pregunta: ¿qué nos motiva a la hora de seguir en un trabajo? La respuesta la encontramos en lo que acabamos de afirmar: lo que nos motiva es que el trabajo satisfaga de manera más o menos óptima diferentes tipos de necesidades. 

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Estas pueden tener que ver con una cierta jerarquía que va desde lo más básico y concreto (pagar las facturas) hasta lo más abstracto y sutil (sentirnos realizados y cuidados por nuestro trabajo), como muestra la famosa pirámide de Maslow

Sin embargo, nunca es buena idea presuponer cuáles son las necesidades más importantes para cada empleado en un momento dado de su ciclo vital como trabajador, de modo que no todo el mundo va a irse por el lado previsible de priorizar el dinero por encima del tiempo, o de priorizar el tiempo libre por encima de la realización personal. Lo que mueve a las personas (la satisfacción de sus diferentes necesidades, que se ve reflejada en los valores que influirán en sus decisiones) es muy variable de unas personas a otras.

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Motivaciones personales para cambiar de trabajo

1. Ganar dinero

A veces somos muy idealistas -o razonablemente exigentes- respecto a nuestra satisfacción personal con el trabajo, nuestra percepción de sentirnos realizados o el deseo de disponer de más tiempo para dedicarlo a lo que realmente nos motiva. 

No obstante, todos tenemos muchos gastos, a veces demasiados, y necesitamos ingresar una determinada cantidad para hacerles frente y, a ser posible, que esa cantidad sea acorde a nuestras responsabilidades y méritos en el trabajo. 

Por mucho que cambien los tiempos, el factor del sueldo siempre va a estar entre nuestras primeras motivaciones antes de plantearnos secundar fenómenos como la Gran Renuncia. 

2. Disponer de tiempo libre

Aunque a menudo se nos olvide, uno de los recursos más valiosos con los que contamos las personas (junto con el dinero, las relaciones y, por supuesto, la salud física y psicológica) es el tiempo

Necesitamos y queremos tiempo de calidad para poder dedicarlo a aquellas actividades ajenas al trabajo que nos satisfagan, realicen o, simplemente, nos ayuden a transitar mejor entre una jornada laboral y otra. 

Por eso, muchas personas viven como una carga el hecho de tener que trabajar una cantidad de horas que les resulta excesiva y valoran enormemente trabajos que sean menos demandantes en cuanto al volumen de tiempo que requieren para ser realizados. 

3. Poder flexibilizar los horarios

A veces las personas podemos estar a bien con la cantidad de horas que tenemos que trabajar, incluso dentro de una jornada completa, pero lo que necesitamos es mayor flexibilidad y libertad para distribuirlas en un horario que nos convenga a nosotros, no solo a la empresa. Esto puede tener enormes repercusiones en el bienestar psicológico de los empleados en la medida en que les permite conciliar su trabajo con otras facetas de su vida, reduciendo el estrés y la sensación de vivir tiranizados por el cumplimiento de un horario rígido. Esto está detrás de muchos ejemplos de personas que se han unido a la tendencia de la Gran Renuncia.

4. Trabajar con autonomía

Algunas personas, por diferentes motivos, encuentran especialmente motivante el hecho de trabajar sin un grado alto de supervisión o de interconexión con otros compañeros, ya que esto les puede resultar pesado y consideran que su rendimiento mejora cuando van por libre en lugar de teniendo que informar demasiado de lo que hacen o estando en función del rendimiento de otros. 

5. Ascender en estatus

Muchas personas dan una gran importancia a su desarrollo profesional en forma de mejora no solo de tareas sino también de rango, nivel de responsabilidad e influencia, sueldo y prestigio profesional. La percepción de trabajar para una empresa en la que han alcanzado techo o que no les permite adquirir las habilidades para, progresivamente, ascender en su profesión, es experimentada como uno de los factores más influyentes a la hora de plantearse dejar su empleo y emigrar hacia otras empresas donde tengan más margen de desarrollo. 

6. Realización profesional 

Junto con la percepción de que las condiciones de trabajo minan su salud, la ausencia de realización profesional está detrás de muchas decisiones de personas que se han unido a la Gran Renuncia. 

Hay a quien le motiva el dinero, quien aspira a disponer de más tiempo, quien persigue ascender incansablemente por la escala de su profesión y, por supuesto, quien valora enormemente (a veces por encima de todo) la posibilidad de trabajar en algo significativo, un proyecto interesante, bello y alineado con sus valores que no solo le forme como trabajador sino también -y sobre todo- como persona. 

No todos los trabajos proporcionan esta experiencia a sus empleados y muchos de ellos, si tienen margen de maniobra para hacerlo, renuncian a sus puestos -a veces con importantes implicaciones económicas- en busca de satisfacer su necesidad de realización personal. 

Otras cuestiones que pueden ahorrarte la Gran Renuncia

Además de los aspectos estrictamente individuales que acabamos de comentar, como el sueldo o la realización personal, existen factores que influyen para bien y para mal en nuestro compromiso con la empresa a la que pertenecemos y que tienen que ver más con la cultura empresarial y la metodología de trabajo que se sigue en la compañía. 

Está claro que si hay importantes aspectos de la empresa que fallan, y la persona tiene alternativas, su adhesión a la Gran Renuncia va a ser difícil de evitar. Sin embargo, partiendo de la base de que ningún trabajo es perfecto y de que dejar el que se tiene sin tener a mano una alternativa da bastante vértigo, existen factores promovidos por la empresa que pueden disuadir a sus empleados de marcharse y que, por tanto, deben ser muy tenidas en cuenta por los responsables del departamento de Recursos Humanos. Nos referimos a disfrutar de un ambiente laboral agradable, tener capacidad para establecer relaciones satisfactorias, contactar con compañeros de los que es posible aprender y, sobre todo, disponer de un programa de beneficios sociales que promueva un cuidado del bienestar psicológico. Solo así el empleado desecha la idea de abandonar su trabajo actual a cambio de un futuro incierto. 

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Bienestar emocional para empresas

​​​​En ifeel entendemos que no es posible cuidar de la empresa sin cuidar el bienestar psicológico de sus trabajadores. Para ello, contamos con un programa de bienestar emocional para empresas, diseñado por nuestro equipo de psicólogos expertos en bienestar laboral con un objetivo principal: ayudar a las compañías a colocar la salud de los empleados en el centro de su estrategia de trabajo.

Gracias a esta colaboración, las personas que están al frente de los departamentos de recursos humanos pueden recibir asesoramiento personalizado y basado en datos sobre cómo tomar buenas decisiones en una empresa para sacar el máximo partido de los equipos que tienen a su cargo y cuidar mejor del bienestar psicológico de las personas que los integran.

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Por otro lado, este programa ofrece a los empleados un servicio holístico de cuidado de su salud mental estructurado en diferentes niveles en función de sus necesidades. Este servicio incluye, si lo requieren, la terapia psicológica online con un psicólogo especializado en casos como el suyo. Prueba ahora nuestro programa para que puedas ver cómo podría ayudaros.

Esperamos que este post sobre la Gran Renuncia te haya resultado interesante. Si quieres más información sobre nuestro programa de bienestar emocional para empresas solo tienes que solicitarla y nos pondremos en contacto con tu equipo lo antes posible.

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