Prevenir la aparición y consolidación de un ambiente laboral tóxico debe estar entre las prioridades de todos los empleados, especialmente de los responsables de gestionar el capital humano de una compañía.
Las personas somos complicadas y trabajar implica compartir un ambiente laboral y también contribuir a crearlo cada día con nuestra actitud y nuestra manera de trabajar. Esta responsabilidad compartida puede resolverse adecuadamente y favorecer el rendimiento del equipo o bien puede volverse tóxica y convertirse en el mayor obstáculo para lograr los objetivos planteados.
Las investigaciones al respecto, explican que los lugares de trabajo tóxicos pueden resultar perjudiciales, al generar estrés, fatiga, y ansiedad entre los trabajadores, fomentando un clima laboral negativo. Es por ello que en este artículo explicaremos qué es un ambiente laboral tóxico, cómo detectarlo y cómo empezar a ponerle remedio para fomentar un ambiente de salud y bienestar en la empresa.
¿Qué es un mal ambiente laboral?
Una de las cosas que no debe fallar en una empresa para que los trabajadores estén a gusto es el clima laboral. Sin embargo, no hay que confundir la ausencia de motivación laboral o ganas de ir a trabajar e implicarme al máximo en el trabajo con la presencia de un ambiente laboral tóxico.
Es obvio que un ambiente de trabajo negativo tiene una enorme capacidad para inhibir la motivación laboral, pero esta también se ve influida por el momento personal que atraviesa cada trabajador. De este modo, el ambiente laboral puede ser positivo, pero un trabajador puede estar al final de su ciclo natural como miembro de la empresa, o en un momento de valle, o incómodo por no verse beneficiado por el buen momento que atraviesa la empresa.
Por este motivo, para determinar si un ambiente laboral se ha vuelto tóxico es evidente que tenemos que observar la motivación expresada por los miembros de la plantilla, pero en su conjunto, no de manera individual.
El ambiente laboral tóxico se nota en las relaciones
Un ambiente laboral tóxico va más allá de un “mal ambiente de trabajo” que puede estar originado por ciertas dinámicas corporativas disfuncionales, o ausencia provisional de éxitos. Estas, aunque afecten negativamente al estado de ánimo de la plantilla, no llegan a lesionar seriamente los vínculos emocionales que existen entre los trabajadores.
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Desde este punto de vista, la toxicidad es algo más que la incomodidad: implica, además, el envenenamiento de las relaciones. Un mal ambiente de trabajo, a secas, puede ser simplemente una falta de tono, brillo y energía debida a una mala organización generalizada; o procesos que, de arriba hacia abajo, impactan en todo el equipo por igual, cohesionándose ante la adversidad y generando apoyo frente a un clima laboral desfavorable, pero del que ellos son víctimas y no culpables.
Por tanto, podemos considerar que un ambiente laboral tóxico es fruto, entre otras cosas, de una profunda desconexión afectiva entre compañeros. Esta genera una falta de responsabilidad personal y colectiva por contribuir al buen funcionamiento del equipo, dando pie al individualismo y el llamado “sálvese quien pueda”. Esta desconexión potencia la creación de pequeñas camarillas que operan como “refugio de supervivencia” ante el ambiente de trabajo tóxico, pero que son lo contrario a una auténtica cohesión grupal.
Identificando compañeros tóxicos
Sin embargo, en algunos ambientes de trabajo, es sencillo identificar que existen personas que suelen ser la causa de los desacuerdos, los enfrentamientos o los comentarios difíciles, que hacen que el ambiente laboral se sienta tenso. De hecho, se suelen identificar en el momento en el que se siente “paz” si estas personas no están cerca. En estos casos, el ambiente laboral tóxico está siendo causado específicamente por esas personas, que en realidad son compañeros tóxicos.
Entre este tipo de compañeros tóxicos, encontramos el llamado “compañero trepa”. Este individuo se caracteriza por su constante búsqueda de ascender en la jerarquía organizacional a expensas de sus colegas. Por esta razón, resulta crucial identificar y manejar adecuadamente estas dinámicas, para tomar medidas y preservar un ambiente laboral saludable.
Otro de los factores que suele estar presente y que identifica las relaciones tóxicas en el trabajo, es la envidia. La envidia en el trabajo puede manifestarse de diversas formas: desde comentarios despectivos hasta sabotajes sutiles. Este sentimiento puede envenenar la atmósfera laboral y obstaculizar el crecimiento profesional. Es importante aprender a interpretar las señales de envidia y manejarlas de manera constructiva.
Por último, es necesario mencionar que el “compañero tóxico” también puede ser uno de los jefes, managers o directivos. En este sentido, su estilo de liderazgo puede afectar no solo el clima laboral de la compañía, sino el desempeño y la eficiencia de las personas bajo su mando. De hecho, estudios demuestran que el liderazgo tóxico tiene efectos perjudiciales en la productividad y el compromiso organizacional. Te recomendamos echarle un vistazo a nuestro post sobre cómo ser un buen jefe.
¿Líderes tóxicos?
La calidad del liderazgo y la gestión de equipos es un factor clave que puede determinar si un ambiente laboral es saludable o tóxico. Un liderazgo deficiente puede ocasionar que todo el clima laboral se vea afectado, y este puede manifestarse de diversas formas, como por ejemplo en la falta de claridad en las expectativas, o en un estilo de liderazgo autoritario, que desalienta la participación y la creatividad de los empleados.
Los líderes deben ser modelos a seguir, fomentar un ambiente de confianza y respeto, y proporcionar el apoyo necesario para que los miembros del equipo puedan desempeñarse en su mejor nivel. Además, la gestión de equipos debe ser justa y equitativa, reconociendo y valorando las contribuciones de cada individuo. Cuando el liderazgo y la gestión de equipos fallan en estos aspectos, pueden surgir tensiones, conflictos y una sensación general de descontento entre los empleados, lo que contribuye a un ambiente laboral tóxico.
Transparencia o Toxicidad: El papel de la comunicación en el ambiente laboral
La comunicación efectiva es la columna vertebral de cualquier organización saludable. Cuando la comunicación es clara, abierta y transparente, los empleados se sienten informados, involucrados y valorados. Sin embargo, la falta de comunicación, la comunicación negativa o la falta de transparencia pueden socavar la confianza y generar un ambiente de incertidumbre y rumorología.
Por ejemplo, cuando la dirección no comparte información importante sobre cambios en la empresa o decisiones que afectan a los empleados, esto puede generar ansiedad y resentimiento. Del mismo modo, una comunicación negativa, como críticas destructivas o rumores malintencionados, puede crear un ambiente de hostilidad y desconfianza entre los compañeros de trabajo.
Por lo tanto, es fundamental que las organizaciones fomenten una cultura de comunicación abierta y honesta, donde se valoren y se escuchen las opiniones de todos los miembros del equipo. Esto no solo promueve un ambiente laboral más positivo, sino que también mejora la colaboración, la resolución de problemas y la productividad general de la organización.
¿Cómo saber si estás en un ambiente de trabajo tóxico?
La toxicidad de un ambiente laboral puede ser tan sutil que a veces pase desapercibida. Para ayudarte a detectarla, el equipo de psicólogos expertos de ifeel ha creado esta encuesta de medición de clima laboral, que puedes descargar de manera gratuita.
No obstante, es importante que aprendamos a detectar algunos signos que, sostenidos en el tiempo, pueden estar indicando la existencia de un ambiente laboral tóxico.
1. Desconfianza
Se manifiesta en forma de competitividad agresiva, “pisotones”, antipatía, falta de cooperación o ausencia de compañerismo, envidia y agravios comparativos.
2. Agresividad
No es necesario llegar a las manos para que las interacciones resulten agresivas: malos modos, conductas anuladoras o pasivo-agresivas, rudeza, mobbing o acoso laboral también caracterizan un ambiente laboral tóxico.
3. Tensión
Todos tenemos un mal día o un encontronazo de vez en cuando con un compañero, pero cuando los silencios incómodos, los tonos secos y graves y las expresiones faciales y corporales cerradas se convierten en la comunicación habitual, es que algo ocurre.
4. Desorden
No es tanto que haya trastos por en medio, sino poca claridad en las metodologías y procesos, incoherencias, ausencia de espacios de coordinación y poca vigencia de los acuerdos alcanzados. Trabajar en caos permanente enrarece mucho el día a día laboral.
5. Abusos
Se producen cuando la carga de trabajo es excesiva para los plazos que se plantean, el trabajador no cuenta con los medios necesarios y se fuerzan los límites de la relación laboral de manera reiterada más allá de lo que es asumible para el bienestar laboral del empleado.
¿Cómo sobrevivir a un mal ambiente de trabajo?
1. Tú a lo tuyo
Defiende tu posición cuando sea necesario, pero el resto del tiempo es mejor que te centres en tu trabajo. Deja a un lado las luchas de poder, que a veces se convierten en peleas estériles por pequeñas parcelas de influencia que no conducen a nada.
2. Si no vas a sumar, no restes
Cuando el ambiente de trabajo se ha vuelto tóxico, es fundamental que haya contrapesos, no gasolina en el fuego. Aporta soluciones, calma y análisis fríos. No caldees más el ambiente con quejas, broncas o malas caras que solo generan más negatividad. Si no puedes hacerlo, es mejor mantenerse al margen.
De igual forma, es importante destacar que aunque ascender en el trabajo es un objetivo legítimo dentro del ambiente laboral, hacerlo a costa de otros nunca es la mejor opción. Por ello, intenta siempre promover la colaboración, el apoyo mutuo y la transparencia para construir una carrera sólida, y así evitar contribuir con un ambiente laboral tóxico.
3. Acepta tus límites
No te quemes intentando cambiar lo que no va a cambiar, tratando de hacerte escuchar por personas que no están dispuestas a hacerlo o intentando influir en procesos en los que no tienes ningún margen de maniobra o sobre los cuales te falta gran cantidad de información.
Aprende a prevenir un ambiente laboral tóxico
Ifeel cuenta con un programa de bienestar mental para empresas, diseñado por su equipo de psicólogos expertos, con el objetivo de ayudar a las compañías a detectar cuándo sus empleados respiran un ambiente laboral tóxico y proteger de esta manera el cuidado de la salud mental del equipo.
Gracias a esta colaboración, los responsables de Recursos Humanos pueden recibir asesoramiento personalizado y basado en datos sobre cómo evitar que los miembros de su equipo se sientan intoxicados por el clima laboral de la compañía. Puedes probar hoy mismo nuestro programa y empezar a beneficiarte de sus recursos.
Por otro lado, el programa de bienestar mental para empresas de ifeel ofrece a los empleados un servicio de cuidado de su salud mental estructurado en diferentes niveles en función de lo que necesiten en cada momento.
De este modo, pueden acceder a diversas herramientas de cuidado de su salud mental con la app de ifeel. En un segundo nivel pueden recibir soporte emocional a través de un chat con uno de los psicólogos colegiados de nuestra plataforma. Si prefieren una ayuda más continuada en el tiempo, solo tienen que acceder al tercer nivel del programa: la terapia psicológica online con un psicólogo especializado en casos como el suyo.
Esperamos que este post sobre cómo superar un ambiente laboral tóxico te haya resultado interesante. Si quieres más información sobre nuestro programa de bienestar mental para empresas, solo tienes que solicitarla y nos pondremos en contacto con tu equipo lo antes posible.