La soledad es una experiencia psicológica asociada a la ausencia de compañía física de otras personas, pero también a la experiencia de desconexión emocional respecto a otros seres humanos, tanto si estamos en su compañía como si no. En el primer caso, la soledad puede ser una experiencia disfrutada, tanto si la hemos elegido como si es algo sobrevenido. Sin embargo, también es cierto que resulta incómoda para algunas personas, probablemente porque activa en ellas sensaciones asociadas a la otra soledad: la emocional.
Tener una buena capacidad para entender, manejar y compensar la experiencia de soledad afectiva que todos los seres humanos experimentamos de vez en cuando, es fundamental para promover el bienestar emocional de las empresas. En otras palabras, el desarrollo de soft skills resulta imprescindible para saber escuchar y empatizar con los integrantes de los equipos.
Si nuestros trabajadores se sienten solos en alguna ocasión, no es necesario alarmarse, pero, ¿Qué ocurre si uno, varios o muchos miembros de nuestro equipo están experimentando de manera continuada una sensación de desconexión o frialdad respecto a sus compañeros, sus managers y la empresa en su conjunto? Ciertamente, su bienestar psicológico se estará viendo perjudicado y, por tanto, estará ocurriendo lo mismo con su experiencia como empleados.
Existen muchas circunstancias que pueden promover esta indeseable sensación de soledad en el trabajo. El trabajo en remoto es una de ellas, pero, desde luego, no es la más importante. Podemos estar solos en casa, trabajando y sentirnos perfectamente acompañados, incluso arropados, por nuestros compañeros. Esto favorece enormemente que nos sintamos presentes en la empresa, incluso cuando no estamos en la oficina, porque somos parte verdadera del proyecto. Por tanto, es importante que nos fijemos también en factores como la falta de cohesión de los equipos, los liderazgos deficientes, las malas estrategias de onboarding o la cultura empresarial centrada en la competitividad como fuentes importantes de soledad en el trabajo. Cuando ocurren, es probable que el empleado sienta que su empresa no cuida de su bienestar, sino que lo está dejando solo.
Prestemos atención a la soledad, entendiéndola como algo inevitable en ocasiones, pero también manejable, sin que repercuta negativamente en el bienestar emocional de nuestros trabajadores. Irá en beneficio de ellos y, desde luego, también de la organización.
3 factores que aumentan la soledad en el trabajo
1. Comunicación interna deficiente
La comunicación eficaz y eficiente promueve que las personas se sientan conectadas entre sí, reconocidas en sus logros y especificidades y, por supuesto, acompañadas en sus dificultades. Por supuesto, es importante que las empresas entiendan que la comunicación es un proceso complejo que se compone de unos elementos. Los más valiosos son el emisor, el receptor, el mensaje y el canal.
Muchas empresas invierten un gran esfuerzo en marketing y publicidad, que son áreas centradas en comunicar hacia el exterior la misión, objetivos y propósito corporativo de la organización (esta plantilla de medición del propósito corporativo te ayudará durante este proceso).
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Sin embargo, descuidan la calidad de la comunicación interna, haciendo que esta sea confusa, invasiva o ineficiente. El resultado es que muchos empleados sienten que reciben mensajes que no los ayudan a desempeñar mejor su trabajo, o bien no saben a quién deben dirigirse —ni a través de qué canales— en un momento dado, o perciben que la comunicación interna de la empresa es fría o impersonal. Por tanto, fomentar una buena comunicación interna dentro de la compañía es crucial a la hora de prevenir la soledad en el trabajo.
2. Procesos de onboarding mal diseñados
Existen muchos momentos a lo largo del viaje del empleado en los que la persona puede sentir la tan temida soledad en el trabajo. Uno de los más críticos es el aterrizaje en la empresa: las primeras semanas tras la incorporación de una persona al equipo son importantísimas para proveerle de una experiencia satisfactoria, recibiéndolo, acogiéndolo y formándolo de una manera cuidadosa y estratégica que le ayude a sentirse bien y a trabajar de manera eficiente.
Muchas empresas no prestan la debida atención a este factor, bajo la premisa de que las personas aterrizan solas en las empresas y deben espabilar rápidamente (adquiriendo autonomía como por arte de magia). Por si fuera poco, piensan que no es necesario preocuparse por cómo se siente alguien cuando llega de nuevas a la compañía. En realidad, pocas cosas generan una experiencia de soledad en el trabajo tan clara como un mal proceso de onboarding. Es una lástima, dado que es algo tremendamente fácil de corregir, si existe voluntad para ello.
3. Cultura de la competitividad
Es evidente que toda empresa desea no solo cumplir sus objetivos, sino, sobre todo, alcanzar año tras año unos objetivos diseñados en función de la superación de las metas marcadas en el pasado.
Para lograrlo, la herramienta fundamental son los trabajadores: personas que día a día tienen que poner la mayor cantidad de compromiso, implicación y afecto en su tarea para contribuir, en un esfuerzo colectivo, a la consecución de los éxitos planeados.
Esto puede hacerse fomentando las alianzas, la sensación de logro compartido y las sinergias permanentes como fuente de motivación y surgimiento de las grandes ideas. También puede hacerse potenciando el individualismo, el examen pormenorizado de los resultados de cada persona, como si estos dependieran solo de ella misma, y animando a los empleados no a que se superen a sí mismos cada día, sino que se superen unos a otros para que prevalezcan “los mejores” en una especie de proceso de selección natural corporativa.
Algunas personas funcionan muy bien buscando el brillo individual superando a sus compañeros. Otras, también muy talentosas, viven la cultura empresarial de la competitividad como una enorme generadora de soledad en el trabajo. Cada organización debe pensar qué experiencias emocionales desea estimular en sus equipos.
Bienestar mental para empresas
Esperamos que este post sobre la soledad en el trabajo te haya ayudado a entender mejor este fenómeno que puede producirse en las empresas y afectar al bienestar de los trabajadores. Si deseas más información sobre nuestro programa de bienestar mental para empresas, solicítala aquí mismo y nos pondremos en contacto con tu equipo lo antes posible.
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