La Reforma Laboral -o, para ser más exactos- la reforma que se ha realizado hace poco sobre la Reforma Laboral que se llevó a cabo hace varios años por parte del anterior gobierno, ha ocupado en las últimas semanas un enorme espacio en los medios de comunicación. Primero ha sido por el acuerdo o desacuerdo con su contenido y, más tarde, por las diferentes polémicas suscitadas el día de su aprobación en el Congreso.
En cualquier caso, estamos ante una normativa que ya está aprobada y que, de manera acertada o errónea (eso lo dejamos para los blogs jurídicos) pone el acento en un tema clave: el intento de los políticos, agentes sociales y empresarios de buscar y regular una forma de trabajar que potencie el máximo posible el bienestar de los empleados.
O, al menos, que limite el impacto negativo que, en este caso, las condiciones laborales puedan tener sobre ese bienestar sin perjudicar la cuenta de resultados de las empresas.
¿Qué implica la nueva reforma laboral?
En este sentido, desde nuestro punto de vista podemos destacar, al menos, dos aspectos afectados por la actual Reforma Laboral. Se trata de dos asuntos que pueden llegar a resultar claves por su influencia en el bienestar psicológico de los trabajadores y, por tanto, su impacto en el éxito sostenido -y sostenible- de las empresas para las que trabajan: la temporalidad y la formación.
1. Reducir la temporalidad
Hay pocas dudas sobre cuál es el tema estrella dentro de la actual Reforma Laboral. Es la temporalidad en los contratos -en general- y el abuso que se haya podido hacer de la misma, en particular: el encadenamiento innecesario y excesivo de los contratos temporales. En este sentido, la nueva Reforma Laboral reduce a 18 meses en un periodo de 24 meses el plazo durante el cual se pueden encadenar contratos para alcanzar la condición de trabajador indefinido.
Si bien es cierto que la figura del contrato temporal puede ser necesaria y útil en muchos contextos, cuando este formato de trabajo se perpetúa más allá de lo necesario puede tener consecuencias negativas para el bienestar psicológico del trabajador y, por tanto, para la compañía que lo emplea.
Entre los impactos negativos sobre el trabajador y sobre la empresa cuando se encadenan contratos temporales estarían: empeoramiento de la experiencia del empleado, alto grado de incertidumbre y dificultad para poder estructurar un proyecto profesional sólido, deterioro de la productividad, frustración autoimagen negativa de sí mismo por parte del trabajador así como una enorme sensación de indefensión frente a su situación profesional, que le lleva a percibir que no puede influir en la misma para mejorarla. Sin duda, el abuso de la temporalidad es nefasto para fortalecer el compromiso de los empleados con la organización.
2. Regular la formación
El otro asunto clave de la Reforma Laboral tiene que ver, también al hilo de su encuadre contractual, con la formación que se ofrece o facilita a los trabajadores. El objetivo de la actual Reforma Laboral en este sentido es atajar malas prácticas o abusos en cuanto a la incorporación de becarios a las empresas. Esto, por supuesto, tiene una gran importancia a la hora de conseguir ofrecerles un plan de desarrollo profesional que se ajuste a sus expectativas y necesidades y que, a la vez, pueda revertir positivamente en la productividad de la compañía a corto, medio y largo plazo.
Una consecuencia positiva de la Reforma Laboral
Independientemente de que lo consiga o no, cualquier Reforma Laboral tiene, al menos en la teoría, el objetivo de mejorar la calidad de los empleos para que todos los agentes implicados en la productividad puedan generar un rendimiento mejor y más eficiente. Eliminar posibles obstáculos para ello, como pueden ser las temporalidad excesiva o corregir las malas estrategias de formación para que sean más justas y eficaces, pueden ser dos excelentes vías para ello.
Al margen de la postura que cada uno tenga en cuanto a las polémicas suscitadas por la Reforma Laboral, es posible rescatar al menos una consecuencia positiva de esa “conversación”: poner el foco durante un tiempo en la reflexión sobre qué es un empleo de calidad, en qué se basa el bienestar de los trabajadores o cómo revertir las condiciones precarias en las que a menudo tienen que trabajar. También, por supuesto, nos encontramos ante una reflexión permanente acerca de cuál es la mejor manera de contrapesar adecuadamente los necesarios beneficios que tanto empleados como empresas deben sacar a través de la ordenación justa de sus relaciones.
Bienestar emocional para empresas
En ifeel entendemos que no es posible cuidar de la empresa sin cuidar el bienestar psicológico de sus trabajadores. Para ello, contamos con un programa de bienestar emocional para empresas, diseñado por nuestro equipo de psicólogos expertos en bienestar laboral con un objetivo principal: ayudar a las compañías a colocar la salud de los empleados en el centro de su estrategia de trabajo.
Gracias a esta colaboración, las personas que están al frente de los departamentos de recursos humanos pueden recibir asesoramiento personalizado y basado en datos sobre cómo tomar buenas decisiones en una empresa para sacar el máximo partido de los equipos que tienen a su cargo y cuidar mejor del bienestar psicológico de las personas que los integran.
Por otro lado, este programa ofrece a los empleados un servicio holístico de cuidado de su salud mental estructurado en diferentes niveles en función de sus necesidades. Este servicio incluye, si lo requieren, la terapia psicológica online con un psicólogo especializado en casos como el suyo. Prueba ahora nuestro programa para que puedas ver cómo podría ayudaros.
Esperamos que este post sobre la Reforma Laboral te haya resultado interesante. Si quieres más información sobre nuestro programa de bienestar emocional para empresas solo tienes que solicitarla y nos pondremos en contacto con tu equipo lo antes posible.
