Si te decimos employer branding quizá no te aclares mucho. Pero, ¿y si te decimos reputación corporativa o embajadores de marca? Ahora ya sí, por supuesto. De eso precisamente queremos hablarte en este artículo: de la importancia de conocer el efecto que un buen employer branding puede tener para el progreso de una empresa y de cómo ifeel puede ayudar a tu compañía en su creación de una marca corporativa eficaz a través de su programa de bienestar emocional para empresas.
¿Qué es eso del employer branding?
Como su mismo nombre indica, la expresión inglesa employer branding alude a la acción y la influencia que los empleados tienen en la configuración de la marca de su empresa. Del mismo modo, la marca de una empresa tiene un impacto en el mundo psicológico de sus empleados, a través de su nivel de identificación con ella, sentido de pertenencia y satisfacción respecto a la compañía para la que trabajan.
Para entender la importancia de un buen employer branding es necesario hacerse algunas preguntas previas a modo de reflexión. ¿Qué hace que un candidato se sienta atraído hacia una empresa determinada? ¿Cómo conseguir que los empleados de una empresa estén tan contentos de trabajar en ella que no quieran marcharse a la competencia y que, además, la recomienden?
La energía de la marca
Lo queramos o no, solo por el mero hecho de existir la imagen de toda empresa ya desprende una energía particular: suscita algo en quienes la observan, inspira en ellos algún tipo de idea o sensación. Los responsables de crearla y defenderla son quienes tienen la mayor influencia a la hora de conseguir que esa energía se transforme en azufre y envenene o se convierta en un agradable perfume que atraiga y que todos quieran ponerse.
De este modo, cuando la energía que desprende la imagen externa e interna de una empresa es positiva, se transforma en buena reputación para ella y para quienes forman parte de su plantilla. Sin embargo, cuando la energía es negativa disuade a posibles candidatos ante la posibilidad de incorporarse a ella y hace que los empleados que ya trabajan allí se sientan incómodos con ello y no contribuyan a mejorar esa reputación. Al contrario, tenderán a renegar de ella precisamente por el hecho de que la mala imagen de la empresa perjudica su reputación personal.
Empleados que se informan sobre las empresas
Cuando nos planteamos si queremos trabajar en una empresa determinada, o barajamos la posibilidad de inscribirnos en una oferta que hace una empresa de nuestro sector, utilizamos diversas fuentes de información que influirán en nuestra decisión.
Siempre que tengamos esa oportunidad, una de esas fuentes de información será el análisis del relato que los trabajadores de una empresa han construido, a nivel individual y colectivo, sobre su experiencia como empleados.
A veces no es posible hacer ese análisis, porque la empresa no es lo suficientemente conocida, o bien porque nosotros no tenemos acceso directo a testimonios de trabajadores actuales o pasados de esa empresa. No obstante, otras veces la propia notoriedad de una compañía, o la capacidad de nuestra red social, nos dan acceso a ese relato y, consciente o inconscientemente, lo vamos a tener en cuenta en nuestra particular evaluación de costes y beneficios.
En esto precisamente se basan los procesos de inbound recruiting. También nos da una idea de la importancia que tiene la imagen corporativa y la responsabilidad que la empresa tiene a la hora de cuidarla. Además, nos permite percibir la utilidad que tiene contar con una buena estrategia para fomentar esa reputación corporativa y, sobre todo, publicarla a través de sus mejores portavoces: los trabajadores con los que ya cuenta o los que pasaron por la empresa y ahora están en otra pero mantienen un vínculo positivo con ella.
¿Por qué la empresa debe cuidar su employer branding?
Como ya hemos dado a entender en los apartados anteriores, el employer branding no es algo que una compañía pueda o no tener. En realidad, lo quiera o no, toda compañía tiene una imagen de marca, una reputación, transmitida de manera deliberada o involuntaria por sus empleados, al margen de los canales oficiales de comunicación y de las estrategias publicitarias o de marketing que se puedan poner en marcha para construirla y darla a conocer al público en sentido amplio.
Asunto diferente es si ese employer branding es positivo o negativo, potente o flojo, constructivo o agresivo. ¿Atrae a un grupo extenso y variado de personas? ¿Disuade de entrar a formar parte de la empresa, permanecer en el equipo o de consumir sus productos? Más allá de la mera publicidad o de la realidad de que no hay nada que guste todo el rato a todo el mundo, el employer branding es crucial para el éxito de toda organización.
Por este motivo, todas las compañías deben cuidar la imagen que ofrecen de puertas para adentro y de puertas para afuera porque, al final, si el employer branding es bueno la compañía ahorra dinero y, si es malo, lo pierde innecesariamente. Porque no es lo mismo contar con una reputación buena y que se expande fácilmente invirtiendo recursos en ello pero también de manera gratuita a través de los empleados, que tener un mala employer branding que repela a los actuales y potenciales clientes (ya sean clientes interno o externos).
En definitiva, todas las organizaciones necesitan invertir recursos de manera eficiente en construir un employer branding bueno, potente y eficiente para, sencillamente, poder ahorrar recursos a la hora de pensar en publicidad, búsqueda de inversores, selección de personal o bienestar psicológico de los empleados.
Qué tener en cuenta para un buen employer branding
1. Ambiente de trabajo y salario emocional
Cuidar el clima laboral y contar con una política de beneficios sociales adecuada a las características y necesidades de la plantilla es el primer paso para construir una marca respetable y prestigiosa. Para poder ajustar estas decisiones es imprescindible mantener abiertos canales eficaces de comunicación dentro de los equipos y entre diferentes niveles jerárquicos.
2. Cuidar la imagen corporativa
Construir activamente no solo un logo potente, sino un relato más elaborado sobre la misión y los objetivos de la empresa y lo beneficioso que es para cualquier trabajador el formar parte de su equipo. Supervisar la reputación online de los trabajadores, establecer códigos claros y coherentes acerca de cómo hablar sobre la compañía o en su nombre, fomentar una estética adecuada a la hora de presentar a la empresa públicamente son elementos imprescindibles para lograrlo.
3. Comunicar bien la imagen
Debe hacerse a través de acciones estructuradas de marketing, con la desventaja de que a veces estas acciones están caracterizadas por un contenido impersonal. También hay que hacerlo involucrando activamente a los empleados para que, de manera formal e informal (en sus vidas cotidianas en contacto con sus redes sociales) actúen como buenos embajadores de marca.
Es decir: podemos incorporar en nuestros canales corporativos testimonios de empleados y vídeos que ilustren cómo es la vida en la empresa para que el público en general conozca el valor de nuestra marca.
Sin embargo, también debemos conseguir que los trabajadores estén contentos, se sientan a gusto, bien reconocidos y bien tratados. Esto hará que en sus vidas cotidianas, cuando nadie de la empresa les ve o les oye, hablen bien de ella espontáneamente aunque no tengan necesidad de hacerlo. De este modo transmitirán de manera orgánica su valor y recomendarán a posibles futuros candidatos talentosos la posibilidad de incorporarse al equipo.
4. Implementar un funcionamiento coherente
Los distintos elementos que empleamos como empresa para mejorar la experiencia de los empleados, construir una buena imagen de marca y transmitirla con el menor coste y el mayor alcance posibles deben ser coherentes entre sí. De lo contrario tendrán el efecto contrario al que se pretende conseguir con ellos.
5. Adoptar un punto de vista realista
Para una empresa cualquiera, la pretensión de satisfacer siempre a todos sus empleados con las mismas estrategias no es realista. Por mucho que queramos y por muy genial que sea nuestro producto o el servicio que ofrecemos, no podemos gustarle siempre a todo el mundo.
En cambio, el objetivo debe estar en hacer diana la mayor cantidad posible de veces y durante la mayor cantidad de tiempo posible en el mayor número de stakeholders altamente influyentes.
Es decir, debemos resultar atractivos y recomendables como empresa para el mayor número de empleados que sea posible y que esa imagen perdure en ellos el mayor tiempo posible, en lugar de ser un destello pasajero que luego acaba en decepción.
Aprender a desarrollar un adecuado employer branding
Ifeel cuenta con un programa de bienestar emocional para empresas, diseñado por su equipo de psicólogos expertos con un objetivo principal: ayudar a las compañías a colocar la salud de los empleados en el centro de su estrategia para potenciar una productividad sostenible.
Gracias a esta colaboración, las personas que están al frente de los departamentos de recursos humanos pueden recibir asesoramiento personalizado y basado en datos sobre cómo tomar buenas decisiones en una empresa para sacar el máximo partido de los equipos que tienen a su cargo y cuidar mejor del bienestar psicológico de las personas que los integran.
Por otro lado, este programa ofrece a los empleados un servicio holístico de cuidado de su salud mental estructurado en diferentes niveles en función de sus necesidades. Este servicio incluye, si lo requieren, la terapia psicológica online con un psicólogo especializado en casos como el suyo. Prueba ahora nuestro programa para que puedas ver cómo podría ayudaros.
Esperamos que este post sobre el employer branding te haya resultado interesante. Si quieres más información sobre nuestro programa de bienestar emocional para empresas solo tienes que solicitarla y nos pondremos en contacto con tu equipo lo antes posible.
