¿Recuerdas la película? El protagonista de El nombre de la rosa quiere comprobar si, en una de esas, consigue entender la aversión del anciano hacia algo tan natural en los humanos como son los beneficios de la risa.
-¿Qué es lo alarmante de la risa?- le pregunta Guillermo de Baskerville al venerable Jorge.
El venerable Jorge le mira, pero no le ve, porque está ciego por dentro y por fuera. Aun así le da su explicación:
-La risa mata el miedo.
Pues bien, aunque a veces reímos precisamente porque nuestro miedo va por libre, en eso Jorge tenía una parte de razón. Sin embargo, hay otro asunto de fondo que no es cierto: la risa no es alarmante sino que es necesaria, natural y saludable.
Por eso, aunque en aquella abadía llena de misterio, crimen y religión, donde dos monjes debatían sobre la maldad de las carcajadas y la risa cobraba el nombre de peligro, en realidad es más justo llamar a esta respuesta humana de otras maneras.
5 beneficios de la risa a nivel psicológico
1. La risa es expansión
La risa es una expresión emocional que nos abre físicamente y psicológicamente hacia el exterior. Nos expone ante los otros y nos hace visibles. Esto tiene que ver con la manera que tienen las emociones de manifestarse, independientemente de si van se trata de emociones positivas o si van asociadas a una experiencia desagradable (emociones negativas).
Por ejemplo, la alegría y la rabia tienden a ser emociones expansivas, de apertura, mientras que la vergüenza o la tristeza con emociones que nos hacen replegarnos o escondernos. Aunque la risa puede darse en muchos grados, la carcajada es una de las maneras más naturales y espontáneas que las personas tenemos de expandirnos.
2. La risa es descarga
La risa es una respuesta, es decir, es un mensaje afectivo y emocional que lanzamos hacia el exterior y que los demás pueden ver. Especialmente cuando es intensa, un beneficio de la risa es que tiene un poder descarga física y psicológica muy grande, porque moviliza intensamente muchos músculos de nuestro cuerpo, a veces hasta doblarlo literalmente, y va acompañada de un torrente químico en nuestro cerebro que agita nuestro estado subjetivo.
Al contrario de lo que afirmaba el venerable Jorge en El nombre de la rosa, la risa no es un viento diabólico que deforma las facciones y hace que los hombres parezcan monos. Al contrario, es un logro de nuestra evolución como especie que, cuando ocurre, nos deja con una maravillosa sensación de catarsis.
3. La risa es placer
Seguro que la has bailado muchas veces antes de que la pandemia de Covid-19 prohibiera los bailes. No obstante, aunque la canción diga que no hay que llorar porque la vida es un carnaval, en realidad tan necesario y natural es el llanto como la risa para tener una vida normal y saludable como humanos.
De todos modos, y haciendo una concesión carnavalesca, nunca está demás hacer un elogio de la sonrisa, de la carcajada, del humor y de la alegría: son causa y efecto del placer, del juego y del ingenio. Sin ellos la vida no solo está lejos de ser una fiesta, sino que puede llegar a ser una pesadilla.
4. La risa es comunicación
Es cierto que podemos sonreír y reír estando solos, por ejemplo cuando vemos o escuchamos algo que nos divierte, ¡qué terrible sería que no fuéramos capaces de divertirnos sin compañía de nadie!
Sin embargo, la risa es una conducta tremendamente social y se potencia cuando estamos en compañía de otras personas. Uno de los beneficios de la risa es que nos permite comunicarnos, es decir, compartimos información con quienes están a nuestro alrededor y nos vinculamos de distintas maneras a nuestros interlocutores. La risa rompe la soledad.
5. La risa es un mecanismo de defensa
Muchas veces utilizamos la risa para defendernos de nuestro nerviosismo o de la incomodidad que nos producen algunos silencios. En este sentido, uno de los beneficios de la risa y la sonrisa se vuelven escudos que nos protegen de nuestra propia inquietud: es lo que llamamos coloquialmente “risa nerviosa”. Utilizamos este tipo de conductas incluso aunque no parezca coherente con la situación, para rellenar espacios o para dar a entender que estamos a gusto y seguros de nosotros mismos cuando en realidad estamos tensos o preocupados.
Hasta aquí los nombres y las explicaciones. Ahora viene la sugerencia.
No ser capaz de reír ni de sonreír durante un tiempo prolongado, o utilizar la risa únicamente como escudo cuando por dentro solo hay miedo o frustración, son indicativos de que hay muchas cosas que revisar en cuanto a tu bienestar psicológico.
Tómate el tiempo que necesites para tomar conciencia de ello y, cuando sientas que es el momento, ponte en manos de profesionales de la salud que puedan ayudarte a poner el nombre correcto a lo que te ocurre y trabajar juntos en una solución. En ifeel estamos aquí para ayudarte.