Como ya hemos tratado en otras ocasiones en este blog, los patrones de apego que establecemos con nuestras parejas están relacionados con las relaciones que tuvimos con nuestras principales figuras de apego infantiles. En esta ocasión vamos a conocer más sobre el estilo de apego inseguro preocupado o ambivalente en las relaciones de pareja.
Apego ambivalente: ¿Cómo detectarlo?
Son muchos los psicólogos que señalan el estilo de apego inseguro ambivalente como un factor de riesgo a la hora de poder tener problemas de dependencia emocional en la pareja. No obstante, ciertos niveles de dependencia sana son necesarios en las relaciones de pareja para que pueda darse una regulación emocional mutua entre sus miembros. Desde que somos bebés, nuestro cerebro se programa para “depender” emocionalmente de las figuras de apego accesibles y, si la salud de tu pareja es sana, tu cerebro asignará a tu pareja, que es una figura de apego en la edad adulta, un rol de seguridad y refugio al que acudir ante las dificultades.
En este caso, la diferencia fundamental entre las relaciones de apego adulto e infantil es que, en estas últimas, el cuidado debe ser unidireccional: los adultos son responsables del bienestar del niño y no al revés. Sin embargo, la relación de apego adulto es bidireccional: ambos individuos tienen una parte de responsabilidad en cuidar el proyecto en común o a su pareja cuando no pueda hacerlo por sí misma.
¿Qué es el apego ambivalente?
Recordemos que el estilo de apego ambivalente se genera cuando, de forma repetida, el niño no puede predecir la disponibilidad física y emocional de sus figuras de apego. En consecuencia, estos niños experimentan inseguridad y preocupación al no saber cuándo podrán conectar emocionalmente con sus cuidadores. Estos estarán o no accesibles dependiendo de las circunstancias de vida en las que se encuentren inmersos. A grandes rasgos, esta confusión en el niño generará en la edad adulta -y más concretamente en las relaciones de pareja- altos niveles de preocupación unidos a una fuerte necesidad de afecto y refuerzo por parte de sus parejas.
¿Qué estilo de apego tenemos mi pareja y yo?
- Las personas con un estilo de apego inseguro ambivalente suelen desear la cercanía pero temen que sus parejas no estén al mismo nivel de intimidad. Recordemos que estas personas en su niñez no podían garantizar y predecir la presencia de sus cuidadores. Posiblemente sea esa misma inseguridad la que sienten cuando piensan que sus parejas pueden dejar de interesarse por ellas o no estar “disponibles”.
- Por lo tanto, suelen demandar un alto grado de intimidad en la relación y con bastante frecuencia necesitan que les hagan explícito que son importantes para sus parejas o utilizan tácticas para atraer su atención o interés. Un ejemplo podría ser poner en marcha estrategias para despertar “celos” en su pareja como una manera de sentirse validados.
- Tienen dificultades para explicar qué es lo que sienten y suelen esperar a que sea su pareja la que adivine qué es lo que les pasa.
- Suelen preocuparse por el futuro de la relación y perciben de forma frecuente que cualquier pequeño descuido puede ponerla en peligro. Por ello, consideran que tienen que poner mucho de su parte para que su pareja siga interesada.
- Suelen estar muy atentas a las conductas y estados emocionales de sus parejas y se toman sus reacciones como algo personal. Frecuentemente, muchos niños cuyas figuras de apego no están disponibles de forma habitual tienden a pensar que es por algo malo que hay en ellos o que ellos tienen la culpa. Una vez más, el patrón podría repetirse en la relación de pareja.
- Las personas con un estilo de apego inseguro preocupado tienden a precipitarse a la hora de elegir pareja o a enamorarse fácilmente por su necesidad de estar en pareja y calmar de esta forma “el vacío” que sienten cuando están solteras.
Apego ambivalente en la pareja
Las memorias vinculares de las personas que se sienten identificadas con este estilo de apego inseguro no disponen mayoritariamente de un grado de seguridad y autonomía personal, por lo que necesitan en exceso el reconocimiento por parte de los demás. Si se diese el caso de que tu pareja o tú pertenecierais a un estilo de apego inseguro-ambivalente y el otro a uno inseguro evitativo, habría mayores índices de sufrimiento. La causa principal es que ambos percibiríais los sistemas de relación y las distancias emocionales de maneras muy diferentes. Como ya vimos en su momento, las personas con un estilo más evitativo tenderán a tomar distancia emocional y a no comprometerse. Si su pareja tiene un estilo ansioso, tendrá más inseguridad y tenderá a pedir más conexión emocional. A su vez, esta demanda provocará en la persona con estilo evitativo más inseguridad y la sensación de estar siendo invadido y, en consecuencia, acrecentará el miedo al abandono de la persona con un estilo ansioso.
Y para ti, ¿Cuál es la distancia emocional óptima respecto al otro? ¿Crees que predomina en tus relaciones de pareja un estilo de apego inseguro evitativo o te sientes más identificado con un estilo de apego inseguro ambivalente?
Desde ifeel esperamos que esta entrada sobre el apego ambivalente en la pareja te haya parecido interesante. También te puede interesar esta entrada sobre el apego en la infancia y sus consecuencias en la edad adulta.
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