Chief happiness officer

¿Tiene sentido un Chief Happiness Officer en tu empresa?

Chief Happiness Officer: qué bonito nombre tienes pero… ¿para qué sirves realmente? En este artículo vamos a reflexionar sobre esta nueva moda en cuanto a nomenclatura de cargos en la empresa y que va mucho más allá de tradicional y a menudo juzgado como gris encargado del área de Recursos Humanos

La figura del Chief Happiness Officer

Poner humor descacharrante en el día a día de la oficina, fomentando mágicamente que las carcajadas nos hagan tener agujetas en la tripa. Traer magdalenas brutales que harían temblar a nuestro cardiólogo pero que, valga la paradoja, nos alegran el corazón. Saber escuchar, solucionar, reconducir y entender allá donde a los demás les cuesta escucharnos, solucionarnos la vida, reconducir nuestras crisis y entender nuestras neuras… 

¿No son estas, y tantas otras, virtudes indiscutibles en un equipo de trabajo? ¿No las valoraríamos en cualquier jefe, responsable o compañero cualquiera de nuestra empresa? Y, lo que es más importante para la organización, ¿cómo podría cambiar la vida de toda la plantilla si estructuráramos ese papel, si lo institucionalizáramos para darle más poder y que, así aumentase la felicidad de todos los departamentos?

Chief happiness officer

Más allá de los típicos Recursos Humanos

En algo de esto se basa la presencia, en algunas compañías, de una figura surgida del ámbito de los recursos humanos pero recién pasada por el rutilante taller del brilli-brilli corporativo: hablamos del Chief happiness officer o, dicho en nuestro idioma, el Responsable de Felicidad en la empresa. 

Si no lo pensamos mucho, cuesta oponerse a que en nuestra estructura corporativa exista dicho cargo. Tripita llena, corazón contento, ¿no era así, literal y metafóricamente? Y ya se sabe: si tenemos el corazón contento y lleno de alegría es mucho más probable que produzcamos más y mejor, a menor coste psicológico y con mayor beneficio para todas las partes implicadas que si tenemos cara de acelga. 

Chief Happiness Officer, ruega por nosotros

Todos estamos deseando que aparezca por la puerta y nos alegre la vida, que exorcice nuestros malos rollos, que nos dé la felicidad que no encontramos fuera de estas cuatro paredes. Qué diablos, que nos ponga en órbita gracias a su talento y saber hacer con las personas. Ojalá nuestra empresa decida darse una oportunidad a sí misma y premiarnos a todos con este perfil profesional…

Vade retro, happiness!

Sin embargo, hagamos por un momento el esfuerzo de no dejarnos deslumbrar por el sentido del humor (¡y que no falte!), las magdalenas (¡de dos en dos!) y las presuntas y así llamadas soft skills o “habilidades blandas” (que son aptitudes sociales e inteligencia emocional o interpersonal de toda la vida). 

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Y pensemos: ¿realmente tiene sentido contar con una figura que se llama (en inglés, porque se conoce que en español carecemos de palabras para nombrarla) Chief Happiness Officer? ¿Está conceptualmente justificado?

Sabemos que las empresas tienen una enorme responsabilidad a la hora de proteger nuestro bienestar físico y psicológico, y ay de aquellas que no preocupen por la prevención de riesgos psicosociales en sus empleados. No obstante, ¿es posible ser felices en la empresa? ¿Debe la empresa responsabilizarse de nuestra felicidad? ¿Puede una persona cargar sobre sus hombros con la tarea de facilitar la felicidad de sus compañeros?

Características del Chief Happiness Officer

Se llame como se llame, puestos a incluir esta figura dentro del organigrama de la empresa, no está de más que examinemos algunas de las virtudes más importantes con las que debe contar. 

1. Optimismo y positividad

Obvio: si el Chief Happiness Officer no es una persona animosa, con confianza en el futuro y en las capacidades del equipo, con capacidad para experimentar alegría y transmitirla a los demás, apaga y vámonos, ¿no?

2. Energía

La felicidad, o el bienestar, o lo que sea que necesiten los empleados para poder fortalecer su compromiso con la empresa no se estimula a base de pasividad, inercia o inacción. El Chief Happiness Officer tiene que ser, necesariamente, una persona con ímpetu. 

3. Creatividad

Imaginemos una gran empresa donde cada empleado es de su padre y de su madre, donde cada dos por tres hay nuevas incorporaciones, donde la diversidad brilla por su presencia… Hace falta mucha imaginación para poder responder a la necesidad que todas esas personas tienen de bienestar psicológico. 

4. Habilidades comunicativas 

Un buen Chief Happiness Officer sabe que no es posible mantener alta la moral de la tropa si no se la escucha y observa activamente, si no se sabe interpretar la información que aporta y hacer devoluciones eficaces y expresivas. Las destrezas comunicativas son un sí o sí de este puesto. 

5. Empatía

Otra gran habilidad interpersonal que debe poseer un Chief Happiness Officer que se precie es la empatía. Se trata de la capacidad para detectar las necesidades del otro y, en la medida de lo posible, responder a ellas con coherencia. 

6. Buen manejo de herramientas informáticas 

Vivimos tiempos en los que lo online prima sobre lo offline. Un buen Chief Happinness Officer debe ser capaz de diseñar, administrar y procesar cuestionarios y encuestas para comunicarse con la plantilla, por ejemplo acerca de su motivación o de cómo perciben el clima laboral. Es muy raro que esto se haga hoy en día con papel y boli.

Más bienestar psicológico y menos felicidad

Puede que en el departamento de Recursos Humanos haya más de uno que se está viniendo arriba con la carta a los Reyes Magos Corporativos. Igual convendría rebajar un poco la expectativa que nos planteamos (y que planteamos a los demás) sobre nuestra felicidad y el papel de nuestro trabajo en ella y hablar más de bienestar psicológico, salud mental o salud a palo seco, que también nos vale. 

Que te llamen atrevida (¡atrevida!) pero se trata de buscar un margen de acción con los trabajadores que tenga más posibilidades operativas reales y menos poesía que no se puede llevar a la práctica. Un espacio que, como psicólogos, nos permita enseñar a nuestros compañeros que una cosa es la diversión y el placer (cosas maravillosas y útiles, también en el trabajo), otra es el bienestar psicológico (en el amplio sentido de la palabra) y una tercera (que va por barrios y de milagro) es ese engrudo al que cada cual llama felicidad desde que matábamos brontosaurios por las praderas africanas. 

Porque, puestos a cuidar de las personas y analizar lo que les ocurre para tomar decisiones sobre su bienestar, es muy importante librarse de las trampas del lenguaje coloquial. Eso nos ayudará a no confundir el objetivo de que los empleados estén contentos (algo rústico, pero ineludible) con el objetivo de que los empleados sean felices (bello, pero fuera del ámbito de actuación de la empresa). 

Programas de ayuda al empleado

En este sentido, quizá es el momento de hablar menos de estrategias corporativas para la felicidad y trabajar más en la dirección de los llamados Programas de Ayuda al Empleado. ¿No sabes qué son? En ifeel te lo explicamos porque, precisamente, es el sector en el que trabajamos. 

Un Programa Ayuda al Empleado es una herramienta elaborada en el contexto de la llamada “promoción de la salud en el trabajo”, que consiste en “aunar los esfuerzos de empresarios, trabajadores y sociedad para mejorar la salud y el bienestar de las personas en el lugar de trabajo. 

Esto se puede lograr combinando actividades dirigidas a mejorar la organización y las condiciones de trabajo, a promover la participación activa y a fomentar el desarrollo individual”, según indica la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo.   

En resumen, ¿necesitamos un Chief Happiness Ofificer en nuestra oficina? Sí, pero no. Mejor un perfil encargado de velar, a un nivel serio, realista y operativizable técnicamente del bienestar psicológico y la salud mental de las personas que forman parte de la empresa. Si eso al final nos hace felices, alcemos nuestras copas. Sin embargo, parece más factible dejar la felicidad a las personas y reservar para la empresa lo que se refiere a una verdadera salud psicológica. Aunque el nombre brille menos y nos haga menos gracia. 

Vale más así que descubrir, al quitar el papel de regalo, que la caja está prácticamente vacía. 

Chief happiness officer

Cuidar del bienestar psicológico de los trabajadores

En ifeel nos encanta que los empleados sean felices pero sobre todo nos empeñamos cada día en mejorar su salud psicológica dentro y fuera de trabajo.  

Para lograrlo, nuestro equipo de psicólogos ha creado un programa de bienestar emocional para empresas. Gracias a esta colaboración, los managers de recursos humanos de tu empresa podrán recibir asesoramiento personalizado y basado en datos sobre cómo mejorar el bienestar psicológico de sus equipos. 

Por otro lado, este programa pone a disposición de los empleados un servicio completo de cuidado de su salud mental organizado en diferentes niveles según sus necesidades. Prueba ahora nuestro programa para que puedas ver cómo podría ayudaros.

Pásate por nuestra sección de Recursos, donde encontrarás Pódcasts y Webinars, Guías para Recursos Humanos sobre diferentes temas que te van a interesar (la experiencia del empleado, el proceso de onboarding o el clima laboral) además de Entrevistas con cargos importantes de RRHH. Ya que estás,  échale un vistazo también al webinar que organizamos sobre cómo cuidar el clima laboral en el entorno de trabajo.  

Además, tendrás acceso a una Plantilla de Factores de Riesgo Psicosocial, que os servirá para cumplir con los requisitos de la Inspección de Trabajo.  

Si este post sobre cómo la figura del Chief Happiness Officer te ha resultado interesante nos harás muy felices, y te invitamos a leer nuestro blog sobre las funciones del Chief of staff. En cualquier caso, no dudes en contactar con nosotros para conocer mejor cómo funciona nuestro programa de bienestar emocional para empresas. Solo tienes que escribirnos y te responderemos lo antes posible.

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