¿Sabías que existen diferentes técnicas de respiración para combatir el estrés? Quizá no sabes identificar si tú sufres un cuadro de estrés o no. Sin embargo, las horas se te hacen interminables en el trabajo, te planteas pedir una baja, duermes mal últimamente, sientes con frecuencia que no llegas a todo, las lista de tareas pendientes no baja sino que no para de crecer…
El ritmo acelerado de nuestras vidas modernas hace que muchas personas sufran de manera continuada niveles de estrés más elevados de lo que es saludable. Por si fuera poco, no todas saben siempre cómo manejar esta situación. Pero no hacen falta días en el spa, masajes o una vuelta por el parque para desahogarse. En este artículo te ofrecemos estas 4 simples técnicas de respiración para combatir el estrés y relajarte allá donde estés.
Técnicas de respiración para combatir el estrés
Aprender a técnicas de respiración para combatir el estrés en el oficina o fuera de ella nos puede ayudar a potenciar un estado de calma en un momento de elevada activación fisiológica. Aunque pueda parece algo relativamente moderno, llevar a la práctica ejercicios con el objetivo de controlar la respiración para calmar la mente y relajar el cuerpo no es algo nuevo.
En realidad, los yogis y monjes llevan practicándolo centenares de años en diferentes lugares del mundo. También cada día los psicólogos usan más en sus consultas este tipo de técnicas, contextualizadas en el marco del proceso terapéutico con sus pacientes.
Familiarizarnos con diferentes técnicas de respiración para combatir el estrés ayuda a disminuir la presión arterial, promueve un estado de calma y lucidez, y a muchos les reduce el estrés en menos de 10 minutos. En este momento puede que estés pensando: Pero, ¿no hay algo que sea más fácil que respirar? No tan rápido. Ten en cuenta que estas técnicas requieren práctica y disciplina pero, si perseveras, te ayudarán a controlar esos momentos de estrés e, incluso, podrían ayudarte a prevenir o manejar de manera más fluida un posible ataque de ansiedad.
A continuación te indicamos cuatro de las principales técnicas de respiración combatir el estrés:
1. Respiración cuadrada
Esta es la más simple de todas. Escoge una postura en la que te sientas a gusto. Puede ser sentada en la oficina, en el sofá en casa, y hasta acostada en tu cama. Inhala, contando hasta cuatro. A continuación exhala, contando hasta cuatro. Siempre por la nariz. La respiración cuadrada aumenta la concentración, relaja el sistema nervioso y reduce el estrés. Además, es particularmente útil a la hora de dormir. Conforme vayas avanzando, intenta inhala y exhalar contando hasta seis, ocho o 10.
2. Respiración abdominal
El objetivo aquí es inflar el diafragma, no el pecho. Para aprender a practicarla de manera correcta, coloca una mano sobre el pecho y la otra sobre el vientre, realizamos una respiración profunda por la nariz, sintiendo nuestro vientre crecer y nuestros pulmones estirarse. Prueba a hacer entre seis y diez respiraciones lentas y profundas durante 10 minutos todos los días.
3. Relajación muscular progresiva
En estos ejercicios se emplea la respiración para reducir la tensión en el cuerpo entero. Manteniendo respiraciones profundas y lentas, empezamos inhalando por la nariz contando hasta cinco mientras tensamos nuestros pies, y exhalamos por la boca contando hasta cinco relajándolos. Prueba a repetirlo para diferentes zonas de tu cuerpo: rodillas, muslos, glúteos, pecho, brazos, manos y dedos, cuello y mandíbula y ojos.
4. Respiración alterna
Adopta una posición en la que estés relajada. Coloca tu pulgar derecho sobre la fosa nasal derecha y tu índice sobre la fosa nasa izquierda. Inhalamos por la fosa izquierda presionando con nuestro pulgar, y soltamos y exhalamos por la fosa derecha presionando con el índice. Es la única técnica que no se recomienda antes de dormir, ya que se considera que balancea el cuerpo y levanta la mente.
Esperamos que este artículo sobre técnicas de respiración para combatir el estrés te haya resultado interesante. Recuerda que a veces pueden no ser suficientes y requerir un proceso terapéutico más elaborado para poder reconducirse. Si es tu caso, contacta con nosotros hoy mismo para que podamos asignarte al psicólogo de nuestro equipo más adecuado para tu caso. No dejes tu salud para más adelante.
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