Si te decimos que las organizaciones centradas en las personas se caracterizan por poner a los individuos en el centro, te estaremos dando una definición circular de este tipo de empresas. Por tanto, la información útil al respecto que te estaremos aportando será igual a cero.
Veamos si, ayudándonos con la psicología, logramos entender mejor qué es ese centro y dónde está.
En psicoterapia existe desde hace décadas una corriente que también se considera “centrada en las personas”. Según ese modelo, el foco del proceso terapéutico no está en las opiniones del terapeuta ni en su interpretación sobre las necesidades del paciente, sino, precisamente, en lo que el propio paciente percibe como importante. Su ritmo, sus objetivos, su manera de entender su propia vida son considerados válidos y no se ponen en cuestión a no ser que resulten peligrosos para él u otras personas.
Desde esta perspectiva psicoterapéutica, la mejora que el paciente necesita hacer en su vida y para la que requiere la ayuda de su psicólogo es aquella que él mismo considera que tiene que hacer en este momento.
Ahora sí, organizaciones centradas en las personas
Con las organizaciones centradas en la persona ocurre algo parecido que con el tipo de terapia que acabamos de mencionar. Se trata de empresas cuya cultura empresarial pone a la persona en el centro de su actividad, en lugar de permitir que los resultados (ventas, productividad, dinero, etc.) ocupen todo el valor. En términos del Renacimiento diríamos que en estas organizaciones la persona es la medida de todas las cosas.
Uno de los clichés más famosos en el mundo corporativo y de la gestión del capital humano es oír a los jefes decir que “lo más importante de esta empresa son las personas”. Aunque está claro que sonar, suena bien, en realidad cuando lo oímos todos tendemos a pensar sarcásticamente: “Menos mal, muy considerado por vuestra parte” o bien algo del estilo “Perfecto, pero yo no acabo de notarlo, ¿será que no soy persona?”.
Cuando hacemos afirmaciones reforzantes que se quedan en lo superficial, especialmente si somos los encargados de llevarlas a la práctica, debemos plantearnos lo siguiente: ¿es eso cierto en el caso de mi empresa? Si lo es, ¿en qué se traduce? Si no lo es, ¿qué deberíamos hacer para conseguirlo? Y, por supuesto, no olvidarnos de lo más evidente: ¿quiénes son esas personas tan importantes y cómo afecta a su vida el hecho de trabajar en organizaciones centradas en las personas?
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En este punto, el concepto clave que debemos tener en cuenta si queremos poner a las personas en el centro de nuestra compañía es la transversalidad: el bienestar de los clientes externos y, por supuesto, internos, debe estar presente en todas las decisiones que se tomen.
De este modo la metodología, los procesos y las acciones que se implementan lo hacen tras haber pasado positivamente lo que podríamos llamar “la prueba del centro en la persona”: ¿esta decisión beneficia a los empleados, los ayuda a satisfacer sus necesidades, aumenta su bienestar/evita su malestar y potenciará que se sientan tenidos en cuenta? Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa, la acción será implementada y contribuirá a que la empresa esté centrada en las personas.
¿Por qué es importante que las organizaciones se centren en las personas?
Si tuviéramos que resumir en un único punto la razón por la que las empresas deben centrarse en las personas, podríamos escoger uno muy fácil: las organizaciones centradas en las personas logran mejorar la experiencia como empleados de quienes trabajan en ellas y, por tanto, funcionan mejor que las que no lo hacen. Dicho de otra manera, ¿qué es exactamente lo que mejora la experiencia del empleado? Que la empresa se centre en él. De hecho, investigaciones demuestran que contar con un entorno laboral saludable beneficia la salud física y mental de los trabajadores, así como su productividad.
Fantástico, pero, ¿cómo lo logran? Aquí es donde hay que tener en cuenta lo que hemos dicho sobre la transversalidad: contemplar todos aquellos factores, dimensiones o áreas que pueden influir para bien o para mal en el bienestar de un empleado a la hora de ponerlo en el centro de las estrategias.
De este modo, cuidar la experiencia del empleado pasa necesariamente por fortalecer algunas líneas estratégicas en las que los valores, necesidades, objetivos, personalidad, talento y proyecto profesional de los trabajadores cobran la importancia que merecen.
Normalmente en este punto se hace referencia al ámbito de la transparencia, los beneficios sociales y la formación, entre otras ventajas de pertenecer a una determinada compañía, aunque también podemos mencionar las siguientes áreas:
1. Fomentar el clima laboral favorable
2. Aumentar la motivación con la tarea
3. Facilitar el incremento del rendimiento
4. Potenciar el compromiso con la empresa
5. Favorecer la retención del talento
Que no cunda el pánico: si esta tarea nos resulta excesiva y no sabemos para dónde tirar, siempre podemos recurrir a quienes más saben sobre bienestar: los psicólogos.
Ifeel cuenta con un programa de bienestar mental para empresas, diseñado por su equipo de psicólogos expertos y orientado precisamente a poner el bienestar de la persona en el centro de las organizaciones, como herramienta fundamental para potenciar la productividad de una manera sostenible.
Gracias a esta colaboración, los responsables de recursos humanos pueden recibir asesoramiento personalizado y basado en datos sobre cómo hacer que el eje sobre el que se asienta la compañía gire en torno a las personas que la hacen posible, cuidando del capital humano que tienen a su cargo.
Además, el programa de bienestar mental para empresas de ifeel ofrece a los empleados un servicio de cuidado de su salud mental estructurado en diferentes niveles en función de lo que necesiten en cada momento.
Esperamos que nuestro artículo sobre las organizaciones centradas en las personas, te haya resultado interesante, y te invitamos a echarle un vistazo a nuestro último informe sobre las Tendencias de Bienestar Mental en las empresas.