Si todos los jefes supieran cómo ser un buen jefe, no harían falta artículos como este. Liderar equipos, además de dirigirlos, es todo un desafío para aquellas personas que tienen esa responsabilidad en una empresa. Conseguirlo requiere tiempo y poner en marcha algunas habilidades que diferencian al líder del simple jefe.
Mientras eso sucede, en este artículo queremos indicarte 5 estrategias que puedes practicar desde hoy mismo, incluyendo la capacidad de la empresa para fomentar la salud mental de los empleados como una forma de valorar su trabajo y potenciar el buen funcionamiento de la compañía. Adicionalmente, te invitamos a leer nuestro artículo sobre los mejores recursos para líderes y managers.
La combinación de estas diferentes estrategias te ayudará a liderar a tu equipo con el foco puesto en el bienestar de los empleados, para convertirte en un líder transformacional. Vamos con ellas.
Sugerencias sobre cómo ser un buen jefe
1. Ofrece buenos ejemplos de comportamiento
Cuida tu actitud delante de los trabajadores: la manera de dirigirte a ellos, la manera de dirigirte a tus iguales y la manera de dirigirte a tus superiores. Presta atención a cómo saludas y cómo te despides, recuerda que desde que cruzas la puerta hasta que te vas eres un modelo de conducta para tu equipo. La gente valorará tu disponibilidad y accesibilidad, por ejemplo, que no desaparezcas de repente sin que nadie se dé cuenta o sin que nadie sepa cuándo volverás. Tú gestionas tus tiempos, pero intenta no usar a tus trabajadores como escudos humanos (procura ponerte al teléfono o devolver cuanto antes las llamadas que te envían para que ellos no tengan que contener crisis que sería mejor que resolvieras tú). Intenta tener tu mesa ordenada, para que los demás tiendan a imitarte en eso.
2. Organiza reuniones eficientes
Las reuniones tienen que estar bien estructuradas, calendarizadas con regularidad e ir al grano de los temas. De lo contrario, en lugar de útiles, se vuelven ineficientes. Para ello, si eres tú quien las dirige, prepara con antelación el orden del día, vigila el desarrollo para que se cumpla una duración máxima (por ejemplo, una hora, aunque no es necesario agotarlo) y haz lo posible para que se mantengan las fechas. De este modo, el equipo incorporará esta rutina y sabrá que la reunión es un espacio previsible del que puede disponer para trabajar temas oportunos.
Para que la reunión no se vaya de las manos, procura comenzarla indicando los diferentes puntos del orden del día, a continuación ve desarrollándolos (asegúrate de que cada punto se va resolviendo completamente antes de pasar al siguiente) y reserva un espacio al final por si alguien quiere añadir alguna otra cosa. Si lo consideras oportuno, recuerda al equipo que pueden enviarte durante la semana sus propuestas de puntos a tratar para que puedas incluirlos en el orden del día.
3. Ejerce correctamente la autoridad
Liderar a veces es llamar la atención a personas que hacen cosas inadecuadas: no cumplir horarios, no respetar los espacios, interferir en el trabajo de otros, hablar de manera poco respetuosa a los compañeros, etc. No te encapsules en tu despacho para no enterarte de nada, observa a tus trabajadores y date cuenta de aquellas cosas que no hacen bien para poder indicárselas de manera constructiva antes de que los malos hábitos se instalen en la dinámica cotidiana y generen toxicidad.
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4. Protege la desconexión digital
Si utilizáis grupos de whatsapp en el trabajo, es importante que estén regulados con unas normas básicas para que sean eficientes y se usen de la manera lo más ajustada posible al horario laboral. Si lo ves conveniente, sugiere a los miembros que silencien el grupo cuando salgan de la oficina para que no interfiera en su tiempo de ocio. Por otro lado, tener instalado el correo electrónico corporativo en el móvil personal es una manera muy buena de poder trabajar en cualquier momento, pero no es una buena manera de desconectar del trabajo. Anima a tus trabajadores a no instalar el mail del trabajo en sus móviles personales. Procura que, a no ser que sea indispensable, no se contacte con una persona para temas de trabajo durante sus periodos de vacaciones.
5. Fomenta la salud mental de los empleados
Como sabes, además del salario económico, muchas empresas han empezado a desarrollar explícitamente otro tipo de beneficios “sociales” o “emocionales” que sirven como complemento al dinero y potencian el bienestar psicológico de la plantilla.
Algunas empresas ya incluyen entre estos beneficios prestaciones que tienen que ver directamente con el cuidado de la salud de la plantilla. ¿Te has planteado ampliarlos hacia el cuidado de la salud mental? La idea es fácil de llevar a cabo y va a mejorar también el rendimiento económico de tu compañía. Se trata de ofrecer a los miembros de tu empresa la posibilidad de cuidar de su bienestar psicológico a través de la terapia online y sin coste alguno para ellos.
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En ifeel contamos con un programa de bienestar mental para empresas a través del cual los empleados pueden realizar su terapia de manera cómoda, gratuita y adaptada a sus necesidades junto a uno de nuestros psicólogos expertos. Desde cualquier país del mundo y sin preocuparse por las diferencias horarias. Únicamente deben disponer de un teléfono móvil, tablet u ordenador y conexión a internet.
Tú mejor que nadie sabes que mandar es fácil, pero liderar, no tanto. Si crees que tienes dificultades con alguno de los puntos que acabamos de comentar, o con otros que hayan aparecido en tu día a día como jefe, no lo dudes: consulta hoy mismo nuestro programa de bienestar para empresas para que juntos podamos diseñar un plan de acción sencillo, continuado y profesional, siempre a la medida de las necesidades de tu empresa. Valdrá la pena.
Esperamos que este post sobre cómo ser un buen jefe te haya resultado interesante, y te invitamos a leer nuestro blog sobre las funciones del Chief of staff.