Existen múltiples causas que nos impulsan y ayudan a avanzar, en cualquier faceta de la vida en general y, por supuesto, particularmente en nuestro trabajo. Los seres humanos somos diversos en nuestros gustos y necesidades, y estos se ven muy influidos por la trayectoria profesional que tenemos a nuestras espaldas, el momento vital que atravesamos o los objetivos laborales que nos planteamos alcanzar cuando proyectamos la mirada hacia el futuro de nuestra trayectoria profesional.
Condiciones salariales, disponer de más o menos tiempo, recibir un reconocimiento adecuado, ejercer o no responsabilidad, tener capacidad de aprendizaje, desempeñar tareas de un determinado interés o prestigio, relacionarnos con buenos compañeros, trabajar en un espacio físico agradable, beneficiarnos de diferentes medidas de retribución flexible, tener más o menos nivel de implicación en las decisiones importantes… Como sabes, existen múltiples aspectos del trabajo en los que intervenir para cuidar de la motivación laboral de los trabajadores.
Por tanto, los responsables de recursos humanos deben ser conscientes de la importancia de adaptar a las circunstancias concretas de sus equipos aquellas medidas encaminadas a mejorar la motivación laboral en su empresa. Para ello, deben saber que lo que aumenta o disminuye la motivación laboral de las personas cambia de un individuo a otro, en lugar de dar por hecho que la motivación laboral de un determinado sector de la plantilla se basa en los mismos factores en otro sector.