El 19 de octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, “que busca concienciar a la sociedad de la importancia de la investigación y el diagnóstico precoz de esta enfermedad”. Este tipo de cáncer constituye el tumor maligno más frecuente entre la población femenina. De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos una mujer recibe un diagnóstico de cáncer de mama en algún lugar del mundo. Aunque las cifras varían según la fuente consultada, en España se diagnostican alrededor de 32.000 nuevos casos cada año.
Es por ello que el cáncer de mama se encuentra entre los cinco tipos de cáncer más frecuentes, causando cada año aproximadamente 571.000 defunciones. De ahí que la OMS haya declarado el mes de octubre en su conjunto como el mes de sensibilización sobre el cáncer de mama.
Por eso, en días como este, desde ifeel queremos comentar contigo algunos aspectos importantes sobre el cáncer de mama que esperamos que sean útiles en el cuidado de tu salud.
Prevenir el cáncer o su complicación
A veces ciertos tipos de cáncer pueden prevenirse con hábitos de vida saludable y otras veces esto, sencillamente, no depende de ti. En este punto es donde juega un papel muy relevante la prevención de complicaciones a través del diagnóstico precoz.
Sobre todo a partir de los 20 años es importante que consultes con tu médico sobre cómo estar atenta a la aparición del cá. Él/ella te indicará cómo puedes realizarte autoexploraciones y en qué momento es aconsejable que comiences a realizarte mamografías de manera periódica. En el caso del cáncer de mama un diagnóstico precoz tiene una importancia trascendental.
Busca tu propia manera de cuidar de ti
Si ya estás padeciendo la enfermedad es probable que, sobre todo al principio, sientas cierta “obsesión” por buscar cosas que te ayuden en tu recuperación. Te bombardean las noticias sobre cómo puedes mejorar a través de una actividad física concreta, una dieta especial, ese tratamiento alternativo del que te han hablado, etc.
Siempre que las lleves a cabo en abierta comunicación con tu médico, seguramente todas esas cosas suman. No obstante, lo más importante es que realices adecuadamente tu tratamiento. Mientras lo haces, respeta tus ritmos, obsérvate, escúchate y da espacio a aquellas actividades y sensaciones que te hacen encontrarte bien.
Adáptate al proceso
La convivencia con tu cáncer de mama puede ser bastante larga. Eso la convierte en un proceso con sus diferentes fases y también hitos: momentos importantes, cargados con un significado especial. Por ejemplo, algunos hitos en el camino del cáncer serían el diagnóstico, el inicio del tratamiento, la primera revisión, una recidiva (cuando la enfermedad reaparece), el alta o, desgraciadamente, la noticia de una curación que, con toda probabilidad, no va a llegar. Presta atención al proceso, adapta tus necesidades a las exigencias de cada fase, de cada hito que vas alcanzando.
La prioridad eres tú
Algunas vidas son complicadas, llenas de obligaciones y responsabilidades de las que cuesta desengancharse o que nos incomoda dejar ir. No estás más enferma por delegar algunas cosas o cambiar de hábitos. Simplemente estás poniendo tu recuperación y tu bienestar por encima de cosas que, aun siendo importantes, pueden esperar. Recuerda que, sin obsesionarte ni caer presa del pánico, lo que no puede esperar en este momento es tu salud.