¿Qué son las fobias?
Según el último manual de diagnóstico psicológico clínico (DSM – V), la fobia es un miedo persistente e irracional hacia un objeto, situación o actividad específicos, que ocasiona la evitación del mismo; es decir, se intenta evitar lo que da miedo o escapar de la situación, ya que afrontarlo genera ansiedad, malestar o pánico.
Está incluido entre los trastornos de ansiedad y suele ser habitual entre la población, sin embargo, las personas no suelen pedir ayuda para superar este miedo hasta que su fobia supone un problema de cara a enfrentar su rutina diaria o hacer vida normal.
Si bien existen muchos estudios acerca de este tipo de dificultad, su origen no está tan claro, especialmente en el caso de las fobias complejas. Hay quien coloca el origen en una experiencia desagradable o traumática a lo largo de la vida – la infancia, sobre todo – pero en general lo que ocurre es que la persona puede sentir que se encuentra en una situación de peligro de la que no puede escapar, y ello desemboca en una fobia. Con el tiempo, este miedo puede expandirse a otras situaciones diferentes de la original.
¿Qué tipos de fobias existen?
Los tipos más habituales de fobias son:
Fobia específica miedo irracional o extremo a un animal, situación, elemento del entorno o incluso relacionados con el daño (sangre, heridas…)
Fobia social (trastorno de ansiedad social): miedo o ansiedad ante interacciones sociales, así como interacciones con personas o situaciones desconocidas. Puede sentirse mucho malestar en contextos en las que la persona puede ser juzgada o examinada. Se muestra alta preocupación por ser evaluado negativamente, avergonzado, humillado, rechazado o incluso, por ofender a otras personas.
Agorafobia miedo o incapacidad para encontrarse en espacios abiertos, espacios cerrados, dentro de una multitud, o encontrarse fuera de casa sin un acompañante…
¿Cuáles son los principales síntomas?
Es probable que incluso la persona que sufre una fobia reconozca que su miedo es irracional o exagerado, pero se siente incapaz de controlar sus sentimientos en el momento. Algunas de los síntomas más comúnes suelen ser:
- Sudoración.
- Mareos, dolor de cabeza.
- Respiración anormal, sensación de ahogo, hiperventilación.
- Pulso acelerado.
- Sofocos o escalofríos.
- Náuseas.
- Presión o dolor en el pecho.
- Malestar en el estómago.
- Sequedad de boca.
- Dolor o bloqueo de algunos músculos.
- Confusión o desorientación.
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