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ToggleCon el paso de los años, hombres y mujeres esperan cada vez más tiempo para cumplir su deseo de ser padres. ¿Cuáles son los motivos por los que hemos retrasado la maternidad? A continuación os mostramos los hallazgos de la reciente Encuesta de Fecundidad realizada el año pasado en España por el Instituto Nacional de Estadística.
El retraso en la maternidad y la fertilidad
Los últimos datos en España muestran que el 88% de las mujeres de entre 18 y 30 años aún no ha sido madre. Este porcentaje se reduce a un 52% entre las mujeres de 30-35 años. En el caso de los hombres, el 95’1% de los menores de 30 años aún no tiene hijos.
Con el paso de los años, disminuye tanto el número como la calidad de los óvulos y el esperma y, por tanto, la fertilidad. Según la Sociedad Española de Fertilidad, a los 40 años la probabilidad de embarazo natural por ciclo menstrual de una mujer sana es del 5%, en comparación con el 20% de probabilidad a los 30 años de edad.
Sí, un 20%, ¿esperabas más? Recuerda que se trata de un dato basado en la probabilidad en un solo ciclo menstrual, por lo que si no se tienen problemas para concebir, lo más probable es que el embarazo se consiga en ciclos posteriores.
A los 40 años la probabilidad de embarazo natural de una mujer sana es del 5%Por este motivo, la mayor parte de los tratamientos con donación de gametos los realizan mujeres de más de 40 años. Pero no entremos en pánico, cada persona tiene unas razones y circunstancias particulares para decidir ser madre o padre en el momento que desee.
3 razones para encontrar el momento de ser madre
Cada persona y cada pareja siguen su propio camino para encontrar el momento de convertirse en padres. También cada una de ellas puede tener sus motivos particulares para retrasar dicho momento. No obstante, existen tres razones generales, aplicables a muchas personas, que explican el retraso con que en nuestra sociedad se vive actualmente el momento de convertirse en madre o madre.
1. Ausencia de pareja estable
Esta parece una de las razones principales de las mujeres para esperar. A partir de 1975 comienza una disminución en la natalidad española coincidiendo con importantes cambios sociales: la incorporación de la mujer al trabajo, el matrimonio a una edad más avanzada y la planificación de la maternidad. En definitiva, el rol del hombre y el de la mujer empiezan a equilibrarse en aspectos tan importantes como la propia independencia.
Actualmente, esperamos a encontrar una pareja estable, que cumpla con nuestras expectativas y con la que nos sintamos comprometidos y, por supuesto, ¡que también quiera tener hijos! A parte de esto, son muchas las mujeres que deciden ser madre soltera por elección y recurrir a las técnicas de reproducción asistida para ser madres mediante la donación de semen por parte de un donante anónimo.
2. Imposibilidad de conciliar el trabajo y la familia
No son pocas las personas a las que les resulta no ya difícil, sino imposible cubrir sus necesidades laborales y de ocio o relacionales. Jornadas a turno partido, turnos rotatorios, horas extra, más responsabilidad laboral, viajes de negocios… combinar esta rutina con otras actividades es difícil. ¿Imaginas esa rutina teniendo un bebé? Puede resultar agotador, especialmente si no tienes cerca a familiares o amigos que puedan echarte una mano. Es por esto que muchas personas, en su mayoría mujeres, deciden reducir su jornada laboral o dejar de trabajar por un tiempo hasta que los hijos pueden valerse, en cierta forma, por sí mismos.
3. Inestabilidad económica
Muy relacionada con la razón anterior, la inestabilidad económica es un factor muy importante a la hora de decidir cuándo ser madre. Por ejemplo, cuando las mujeres se incorporan después de la baja maternal, necesitan que alguien cuide de su bebé el tiempo que tanto ella como su pareja trabaja. Las guarderías y los cuidadores suponen un gasto económico importante que, sumado al gasto económico inherente al hecho de aumentar la familia hace que nos pensemos dos veces el momento en que tenemos suficiente dinero para dar el paso.
Otras razones importantes
Aunque la estabilidad económica, laboral y de pareja están entre las principales razones para retrasar la maternidad y paternidad, no son las únicas. Sentirse preparada también es importante para afrontar este proyecto familiar. Años atrás la función de la mujer estaba basada exclusivamente en el cuidado de la familia, por lo que muy pocas se planteaban si estaban preparadas mentalmente o no para ser madres, pues era “lo que había que hacer”.
Actualmente, conocemos la importancia de estar preparada física y mentalmente y gozar de buena salud para afrontar el reto de la maternidad. Muestra de ello son los problemas psicológicos relacionados con la maternidad como, por ejemplo, la depresión postparto.
Por otra parte, no hace mucho empezó a dejarse oír una voz femenina que decía “no quiero ser madre”. Este deseo, impensable décadas atrás, está presente en muchas personas que hablan de ello sin vergüenza, defendiendo su derecho a decidir sobre su vida reproductiva, no sin verse sometidas a la crítica y la incomprensión de aquellos que aún piensan en esta posibilidad como algo extraño o antinatural.
Es importante estar preparada física y mentalmente para afrontar la maternidadEn resumen, la encuesta a la que hemos hecho mención subraya el desfase horario entre el reloj biológico y el reloj social. Por esto, observamos año tras año un aumento en la edad a la que estrenamos la maternidad y en los casos de reproducción asistida. ¿Cómo podemos solventar este desfase? Encontrando un equilibrio a la hora de cubrir nuestras necesidades vitales y tomando la mejor decisión para cada uno de nosotros, sea esta cual sea.
Si el problema está en que no eres capaz de poner orden en esas necesidades o te está costando más de la cuenta tomar decisiones importantes respecto a tu proyecto familiar, tranquila. Los psicólogos podemos ayudarte a desbloquear esos y otros temas para que el reloj de la maternidad deje de correr en tu contra y recupere un tic-tac más saludable.