educar en la igualdad

¿Por qué es importante educar en la igualdad?

Alimentar y vestir a unos niños es relativamente sencillo. Sin embargo, educar en la igualdad, para que sean personas abiertas, tolerantes y respetuosas, ya es otra cosa. Seguro que si tienes hijos no te estamos contando nada nuevo. Si no los tienes, imaginamos que puedes hacerte una idea del reto que supone. 

A la hora de ponerse manos a la obra, muchos padres se preguntan cómo educar a sus hijos inculcando los valores que acabamos de nombrar. Como siempre decimos, no hay recetas que se puedan seguir a rajatabla para educar en igualdad sin margen de error, pero sí podemos indicarte algunas bases que todo educador debe tener en cuenta. 

Claves para educar en un marco de igualdad

Lo primero para inculcar el valor de la igualdad es cuidar tanto lo que se dice como lo que se hace. Esto no quiere decir que no podamos expresarnos con espontaneidad y naturalidad delante de los niños que tenemos a nuestro cargo. Significa que, si queremos evitar que nuestros hijos se conviertan, por ejemplo, en pequeños xenófobos, debemos vigilar los mensajes verbales que les transmitimos sobre cómo son las personas de otros países, culturas y etnias. 

Estos mensajes deben ser positivos sin dejar de ser realistas, en lugar de ser injustificadamente discriminatorios o peyorativos. Si son peyorativos, al menos eso tiene que estar correctamente contextualizado: cuidando los matices, sin hacer generalizaciones injustas, sin exagerar de manera sesgada los defectos de las personas de otras etnias y culturas en comparación con las virtudes de nuestra sociedad. 

Los mensajes que transmitimos a los niños para educarlos en la igualdad deben ser coherentes entre sí y, además, naturales y fácilmente comprensibles para ellos. 

A veces toca dar explicaciones más elaboradas sobre por qué son importantes el respeto y la conexión intercultural. Otras veces no es necesario perdernos en discursos o peroratas: basta con verbalizarlo de manera más espontánea (y honesta). Si aparece en la televisión o por la calle alguien de otra cultura o de otra etnia y nos gusta algo suyo podemos alabarlo en voz alta: qué guapa/o es, qué bien viste, qué sensato lo que dice, qué alegría desprende, qué bien se le da tal cosa… 

educar en la igualdad

Los niños captan este tipo de mensajes positivos, que les permiten aprender que las personas diferentes a ellos también son válidas, es decir, no son peores o mejores que ellos solo por pertenecer a otro grupo étnico, económico o cultural. 

Por qué es importante educar en la igualdad

Para bien y para mal, no siempre nos convertimos en reproducciones fieles de quienes nos han educado, es decir, no siempre aprendemos todo aquello que se nos enseña. Por esta razón puede haber personas muy abiertas y tolerantes que han sido educadas en ambientes muy cerrados, del mismo modo que padres muy abiertos pueden luego tener hijos que se conviertan en grandes discriminadores

No obstante, la tendencia evidente es la de reproducir lo que se nos ha inculcado. Si los padres son personas intolerantes y racistas es fácil que sus hijos aprendan el mismo modelo rígido, sesgado y discriminatorio y lo consideren adecuado, aunque luego puedan modificarlo según vayan madurando. 

Tener una buena capacidad para tolerar al otro en el mejor sentido de la palabra, es decir, para vivir codo con codo junto a él, es enormemente beneficioso para el futuro desarrollo personal de los niños. 

Una persona muy intolerante con los demás puede tener detrás a alguien muy narcisista (“solo yo soy bueno, los demás son malos”) o bien a alguien con dificultades para auto-tolerarse: una persona muy descontenta consigo misma que tampoco sabe manejarse con los demás. Ambos extremos tienen importantes conflictos en las interacciones sociales y eso les genera muchos problemas para adaptarse y sentirse bien consigo mismas.

Nos guste o no, la vida es diversidad y mezcla de personas. Eso significa que la vida consiste en compartir espacios, recursos y actividades ajustándonos unos a otros. A eso lo llamamos convivir y a menudo tenemos que hacerlo con personas muy diferentes a nosotros: otras ideas, otros géneros, otras etnias, otros gustos, otras biografías… 

educar en la igualdad

Ser tolerantes consiste en ser flexibles con la diferencia y, además, benevolentes con ella, considerándola más una oportunidad (o, simplemente, como algo natural, sin entrar a juzgarlo) que una amenaza. 

Cómo fomentar la igualdad con nuestros hijos 

Como hemos indicado al comienzo, dentro de las inevitables incoherencias que todos cometemos, lo primero es poner atención a lo que se dice delante de los niños: siempre están ahí escuchando y aprendiendo del modelo que tienen en sus adultos de referencia. 

En segundo lugar, hay que mostrarles un modelo de tolerancia con personas muy diferentes y también de tolerancia consigo mismos. Si veo que papá y mamá se hablan bien entre ellos, hablan bien de sí mismos y pueden identificar sus defectos propios y mutuos sin sentirse condenados por ellos, entonces tengo la oportunidad para aprender a hacer los mismo conmigo y es más probable que generalice esa pauta a mi análisis de los demás. 

Los niños aprenden con palabras pero, sobre todo, con las acciones y modelos reales que observan en las personas de su alrededor. La distribución de tareas domésticas, la manera de dirigirse a hijos e hijas, la manera de comportarse con otros adultos… Todo eso les da información sobre cómo manejar las diferencias entre seres humanos sin que eso acabe derivando en relaciones abusivas o agresivas. 

Hacer la cena para los niños es fácil, pero transmitirles valores adecuados para la convivencia y el respeto exige ciertas habilidades, además de ciertas ideas. 

También es verdad que nadie nace enseñado como educador de sus hijos y todos podemos aprender a hacer de ellos y ellas unas personas más capaces de convivir y menos propensas a la agresividad. Si estás encontrando dificultades en este proceso de educar a tus hijos e hijas en la igualdad no te desanimes y busca apoyo profesional. Los psicólogos podemos ayudarte a detectar qué está pasando y a encarrilar la crianza de tus hijos en una dirección más constructiva. 

Conéctate hoy mismo a nuestra plataforma y vamos a ponernos con ello. Estamos aquí para ayudarte. 

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