¿Te gustaría saber cómo disfrutar en las vacaciones?
Vacaciones de verano para mí, paseos por la playa al atardecer, niños y niñas inundando piscinas, el arte de no hacer absolutamente nada, desconectar de las responsabilidades laborales y soportar termómetros expuestos a temperaturas insoportables.
Ya ha llegado el verano, muy ansiado por muchos por ser una vía de escape a esa rutina diaria en la que cuesta conciliar lo laboral con el resto de facetas de la vida. Sin embargo, es una pesadilla para otros, que viven la experiencia sin poder llegar a desconectar, es decir, con grandes dificultades para disfrutar en las vacaciones. Esto, por supuesto, indica cosas interesantes sobre su manera de manejar y entender su trabajo, o sobre las circunstancias en las que tienen que desarrollarlo.
No es casualidad que el final del verano dé lugar a un aumento en el número de procesos de divorcio y aumente también el número de personas que comienzan una terapia. Durante las vacaciones de verano las familias se ven forzadas a pasar más tiempo juntas. Acostumbrados a la rutina, la convivencia en vacaciones puede llegar a ser muy difícil. Además, salen a relucir aspectos que no se han resuelto durante el resto del año y que dan lugar a conflictos. Surgen roces y situaciones incómodas que fomentan estrés, que se une al estrés laboral del que se pretende descansar e impiden disfrutar de esos días libres.
En este contexto es importante no esperar a tratar estos temas durante esos días: cuanto antes se aborden, mejor, si se quiere tener una buena oportunidad para disfrutar en las vacaciones.
Por otro lado, hay personas que no saben cómo aprovechar estos días libres y entran en un círculo de agobio por no saber qué hacer con ese tiempo libre, que dificulta el llegar a relajarse y disfrutar en las vacaciones.
Cómo disfrutar en las vacaciones (lo que se pueda)
1. Evita programar cada minuto
Es normal planificar el destino y el tiempo, pero cuidado con planificar cada día. Tener programado todo el tiempo libre puede llevar a no cumplir nuestras expectativas y, por tanto, no disfrutar en las vacaciones. Ser capaz de improvisar permite que nos relajemos y conectemos mejor con nuestro tiempo libre.
2. Atrévete a hacer cosas nuevas
Trata de salir de tu zona de confort. Verás cómo serás capaz de observar las cosas con nuevas perspectivas y tomar distancia de los problemas habituales. Cuando viajas a nuevos lugares y te lanzas a explorar, o bien cuando realizas actividades nuevas aunque sea en tu espacio habitual, te concedes a ti misma alejarte de la rutina. A veces falla, pero otras veces la novedad es buena para disfrutar en las vacaciones.
3. Vive el presente
Aprende a desconectar de los problemas y posiciónate firmemente en el aquí y el ahora. Adopta una actitud mindful tratando de disfrutar del momento presente en el que te encuentras. Detecta los detalles e intenta conectar contigo misma para disfrutar en las vacaciones.
4. Busca tiempo para ti
Es importante aprovechar las vacaciones para estar en familia o con amigos, pero recuerda que también es una oportunidad para hacer planes por tu cuenta y disfrutar de ti misma. Busca el equilibrio que necesites para aprovechar al máximo tu descanso y disfrutar en las vacaciones.
5. Desconecta de lo digital
A veces por el puesto que ocupamos en la empresa o por circunstancias sobrevenidas no somos capaces de dejar de lado el correo corporativo o seguimos trabajando -aunque sea un poco- durante las vacaciones. También seguimos abusando de redes y aplicaciones en lugar de entregarnos a actividades más analógicas. Prueba a descansar un poco de lo digital para disfrutar en las vacaciones, tus ojos y tu cerebro lo agradecerán.
Sugerencias para aprovechar mejor las vacaciones
1. Planifica y negocia con tus hijos
Puede ser complicado disfrutar de nuestro tiempo cuando estamos preocupados por mantener ocupados a nuestros hijos. En este sentido, lo mejor es planificar qué actividades nos gustaría que hicieran teniendo en cuenta sus gustos y preferencias, y pactarlas con ellos. Si ven que contamos con su opinión será más fácil que accedan a hacerlas y que se sientan motivados para ello. Intenta hacer alguna actividad en familia porque ayudará a reforzar vuestra relación.
2. Cánsate
Intenta realizar actividades que puedan cansarte físicamente. Es una buena oportunidad para recuperar el sueño que pierdes durante el año. Además, al realizar actividades que requieren esfuerzo estamos fomentando la producción de endorfinas, las hormonas de la felicidad.
3. Aprovecha para hacer las cosas que te gustan
Es probable que durante el resto del año te quejes de no tener tiempo para dedicarlo a las actividades que te apetecen. Aprovecha tu tiempo libre para buscar lo que te apasiona, leer, escribir, dibujar… te ayudará a conectar contigo misma y descubrir cómo eres. Recuerda que, si tienes una experiencia satisfactoria sobre tu vida fuera de la oficina es más fácil que tu vida dentro también sea más agradable, es decir, que mejore tu experiencia como empleada/o.
4. ¡Fuera los complejos!
Está claro que en el mundo que vivimos la imagen es importante. En verano es muy fácil que aumenten los complejos y que nos acabemos angustiando por querer tener un cuerpo distinto al nuestro. ¿Y si, en vez de compararnos con los demás, nos fijamos más en lo que nos hace únicas y en lo que sí nos gusta de nosotras?
¿Cómo nos afectan las vacaciones?
Es evidente que tomarse unos días de vacaciones y dejar de lado las responsabilidades laborales fomenta nuestro bienestar físico y psicológico. Pero, ¿qué efectos tiene realmente?
1. Disminuye el estrés
El descanso ayuda a disminuir el nivel de cortisol, es decir, las hormonas del estrés. Tomarnos unos días de vacaciones reduce nuestro agotamiento mental y nos ayuda a recuperar las energías que necesitamos. Además, nos ayuda a mantenernos sanos físicamente ya que está demostrado que un aumento del estrés fomenta la aparición de enfermedades.
2. Aumenta la creatividad
El descanso fomenta nuestra parte más artística y creativa. Al sentirnos relajados desarrollamos nuevas estrategias y activamos áreas mentales que ayudan a tomar perspectiva.
3. Mejora la toma de decisiones
El desbloqueo mental que provocan las vacaciones mejora la capacidad de juicio y también la memoria. Cuando te sientes relajada eres capaz de tener en cuenta más información, de ser más analítica que cuando te encuentras bajo presión.
4. Mejora la productividad
Ser más productivo no quiere decir que trabajemos durante más tiempo, sino que somos capaces de aprovechar mejor las horas. Aquellas personas que tienen vacaciones para desconectar de la rutina se sienten más satisfechas con su trabajo. Esta satisfacción promueve un mejor clima laboral.
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