[:es]Navidad llega una vez más a nuestras vidas, y ya sabemos por qué muchas personas se deprimen en estas fechas. Es habitual encontrarnos con gente que huye de ella -de forma literal o figurada-, que la niega o se pone de mal humor.
Todas las opciones son respetables. Sin embargo, si eres una de esas personas y tu deseo es normalizar esta fecha tan señalada o sentir menor malestar, te traemos una mesa llena de trucos para sobrellevar esta época del año con más sonrisas que lágrimas.
- Permítete sentir lo que sientas. No tienes por qué sentirte pleno y dichoso, si sientes nostalgia o tristeza acéptala como parte del proceso. Deja de luchar contra ello.
- Relativiza su importancia. Nos “obligan” a pensar que la Navidad debe ser una época mágica, y si no lo es, podemos llegar a frustrarnos y odiar este mes. Veamos, ¿cuán de importante es para ti? ¿Acaso estas semanas son tan diferentes de las demás? Si normalizas estos días o analizas el valor real que tiene para ti, probablemente te afectará menos.
- Ajusta las expectativas. La publicidad nos enseña cómo se supone que deben vivirse y sentirse estos días, lo que puede hacer que creemos una expectativa muy alta, e incluso irracional.
Imagina que vas a una cita esperando encontrarte a una persona increíble en un caballo blanco dispuesta a llevarte a recorrer el mundo en barco. Esto puede generar que vivas la cita como una decepción incluso si ha sido maravillosa, te impide disfrutar del momento y lo que te puede ofrecer la persona que tienes delante. Con las reuniones navideñas pasa algo parecido. - Evita las comparaciones. Nos pone tristes compararnos con otras familias y personas, porque nos fijamos en aquello en lo que nos sentimos inferiores. Hay un dicho que dice que ‘en todas las casas cuecen habas’ y viene a decir que, no siempre es todo tan maravilloso como parece desde fuera, ya que toda casa tiene sus propios problemas.
- Asume tu realidad. Tal vez no tienes dinero para irte al Caribe pero sí para irte a Menorca, donde hay unas playas fantásticas, y ser capaz de no disfrutarlo porque continuamente te lamentas por lo que nunca vas a tener. Así te será muy difícil disfrutar tu situación, sea cual sea.
- Piensa en lo que sí tienes. Ponemos sin querer el foco en aquello que no tenemos, y se nos olvida pensar en lo que sí tenemos. Busca aquello que tienes que te hace sentir bien -material o no-, y siéntete agradecido por ello.
- Pasa de una ‘situación ideal’, a una ‘situación deseada realista’ y sácale el máximo provecho. ‘Cómo me gustaría a mí que fueran las cosas’ es diferente de ‘dentro de lo que tengo, qué es lo mejor que puedo conseguir’.
No puedo cambiar ser bajito y no llegar al estante de arriba a coger el bote de tomate; puedo quejarme por no medir 1.80 y comerme los macarrones con sal o, aceptar mi estatura, coger un taburete o pedir ayuda, alcanzar el tomate y crear una salsa riquísima. - Desmaterializa Navidad. Si la situación económica supone un hándicap en Navidad y te hace sentir mal, plantéate las cosas fuera de su valor material. El mejor regalo y la mejor cena no suelen ser lo más caros, sino los que se hacen con más cariño.
- Focaliza en el presente. El pasado ahí está y nadie lo va a borrar. Piensa en el hoy y construye nuevos recuerdos para paliar los malos. Si has tenido malas experiencias en estas fechas, o te recuerda tiempos mejores que nunca volverán: trata de cambiar la perspectiva creando nuevas experiencias positivas. Piensa en aquello que te apetezca hacer aunque no sea lo habitual (sea lo que sea), crea nuevas tradiciones, comparte el momento con personas con las que te encuentras cómodo, crea nuevos círculos sociales…
- Esa persona que desgraciadamente ya no está, querría verte feliz. Aunque lo quisiéramos, no podríamos devolverte un ser querido que se ha ido, aún sabiendo que su pérdida es muy dolorosa. Probablemente esta persona querría verte contento, y ése es el mejor homenaje que puedes rendirle.
- Recupera lo positivo del año. La revisión anual de logros y fracasos nos hace caer en la tristeza si sentimos que ha sido un año de pérdidas o errores. Por ello es importante pensar en aquello que sí he conseguido y no restarle valor ni mérito.
- Establece objetivos futuros. Los sueños importan, y mucho.
[:en]Christmas is back once again, and we know why many people get depressed in these dates. It’s normal to meet people that feel from it -either literally or figuratively -, deny it or get upset because of it.
All of the above options are respectable. However, is you are one of these people and you wish to normalise such a marked occasion or want to feel a little less upset, we’ve put together a entire list of tricks to cope with this time of the year with more smiles than tears.
- Allow yourself to feel what you feel. You don’t need to feel fulfilled or happy, if you feel nostalgic or sad accept it as part of the process. Quit fighting against it.
- Relativise its importance. They tend to “obligate” us to think that Christmas should be a magical time, and if it isn’t, we can become sour and hate this month. So, how important is it for you? Are these weeks really that different from the others? If you relativise these days and analyse the true value they have for you, maybe you’ll feel less affected.
- Adjust expectations. Publicity shows how we’re suppose to live and feel these days, which may lead to very high expectations, even irrational ones.
- Imagine you have an appointment with an amazing person that is going to carry you away on a white horse, willing to take you around the world. This may cause you to experience the appointment as a disappointment even if it were amazing, it prevents you from enjoying the moment and what the person in front of you has to offer. Christmas gatherings are similar.
- Avoid comparisons. We get sad when we compare ourselves to other families or persons because we fixate on that which makes us feel inferior. There is a saying in Spanish that says “en todas las casas cuecen habas,” which roughly translates to “we’ve all got something to hide,” meaning that not everything is as marvellous as it appears on the outside, every household has its own problems.
- Go from an “ideal situation,” to a “realistic desired situation” and make the most of it. “How I would like things to be” is different from “from what I have, what is the most I can achieve.”
- I can’t change being short and not being able to reach for the tomato sauce; I can complain because I’m not 1.80m and eat plain pasta or, I accept my height, grab a stool or ask for help, get the tomato and make a delicious sauce.
- Dematerialise Christmas. If your financial is a handicap during Christmas and it makes you feel bad, consider things beyond their material value. The best gift and the best dinner aren’t usually the most expensive one, rather those that are made with the most love.
- Focus on the present. The past is there and no one can errase it. Think of today and build new memories ease the bad. If you’ve had bad experiences in these dates, o they remind you of better times that won’t ever return: try to change perspective by creating new positive experiences. Think of what you would like to do even if it is out of the norm (whatever it is), create new traditions, share the moment with people you find yourself comfortable with, create new social circles….
- That person that is unfortunately no longer here would like to see you happy. As much as we would like to, we can’t bring back a loved one that has left. That person would probably want to see you happy, and that’s the way you can honour them.
- Review all the positives of the year. The annual review of achievements and failures makes us sad if we feel it has been a year of losses and errors. That’s why it’s important to think of that which you have achieved and not downplay it.
- Establish future objectives. Dreams matter, a lot.
[:]
